El debate en Panamá sobre el supuesto estado laico y las relaciones actuales del gobierno y la Iglesia Católica, fue retomado hoy en un diario local que publica posiciones contrapuestas.
Sobre el tema, la psicóloga Celia Moreno dijo a La Estrella de Panamá que es un peligro ‘el surgimiento del fundamentalismo y de las actuaciones de los últimos gobernantes, especialmente de Juan Carlos Varela, que no han sabido separar la Iglesia del Estado’.
Para esta panameña, el Estado no debe tener ningún papel frente a las celebraciones de Semana Santa y Navidad, porque debe ser neutro frente a cualquier creencia religiosa, y no debe inmiscuirse en ninguna, ya que en el país existen muchas, afirmó la entrevistada.
En cuanto a la prohibición oficial de venta de bebidas alcohólicas durante algunos días de la Semana Santa, Moreno opinó que ‘me parece una tontería, puesto que no todo el mundo es religioso, es católico y cada persona debe ser libre de consumir lo que quiera, cuando quiera’.
La psicóloga criticó la intromisión directa del gobierno en la organización y financiamiento de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica, a celebrarse en el país en enero del 2019 y sugirió que tales recursos se utilicen en las múltiples necesidades de las capas pobres de la sociedad panameña.
‘Además, se le han dado donaciones (estatales) por alrededor de 60 millones de dólares a la Iglesia Católica, cuando el país tiene necesidades que deben ser resueltas como las escuelas ranchos, acceso a agua potable, albergue a mujeres maltratadas’, afirmó.
Sobre una futura carta magna, Moreno señaló: ‘en una nueva Constitución se debe definir a Panamá como un Estado laico, donde se respeten a todas las religiones (…) Al establecer que Panamá tiene como religión mayoritaria el catolicismo, las personas interpretan que Panamá no es un Estado laico’.
Criterios contrastantes ofreció al periódico el ingeniero Víctor Berríos, quien consideró que ‘Panamá fue colonizado por un pueblo católico y a lo largo de su historia esa mayoría participó significativamente en las distintas fases de la consolidación como nación, por lo tanto, es lógico que sus tradiciones e instituciones reflejen los valores del cristianismo’.
No obstante, Berríos admitió que la Constitución define la libertad de culto y al Estado como laico, pero ‘reconoce que la religión católica es profesada por la mayoría de los panameños’.
Al referirse a las celebraciones de Semana Santa y Navidad, asumió que ‘ambas festividades son muy importantes para toda la humanidad creyentes o no, pues la redención es para todos los hombres, al igual que el reino de Dios’.
