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Debate sobre las propuestas laicistas en los programas del 20D con motivo del Día del Laicismo en Granada

Con una mesa redonda el jueves 3 de diciembre en el Paraninfo de la Universidad de Granada se han iniciado los actos que organiza Granada Laica para celebrar el Día Internacional del Laicismo y la Libertad de Conciencia.

Al acto han asistido un centenar de personas y habían sido invitados los partidos políticos (PP y UPyD no aceptaron la invitación), Ciudadanos, pese a haber anunciado su presencia con la presencia de la número dos de su candidatura, finalmente disculpó por motivos familiares su presencia. Estuvieron presentes: PSOE: Gregorio Cámara Villar, PODEMOS: Liticia García Panal y UP-IU: Joaquín Vega.

El acto se inició con la lectura del Manifiesto de Europa Laica, por parte de la moderadora y presentadora del acto, Rocío Fajardo, integrante del Seminario Galileo Galilei y socia de Granada Laica, a continuación el Coordinador de Granada Laica, Manuel Navarro hizo una introducción, que se reproduce al final.

A continuación intervieron los representantes políticos exponiendo las propuestas sobre laicismo que se recogen en los respectivos programas, y finalizó el acto con un amplio debate.

La laicidad en los programas electorales de los partidos para las generales del 20D 2015

Dia Laicismo Granada 20151203 a

Dia Laicismo Granada 20151203 cDe izquierda a derecha: Manuel Navarro (Granada Laica), Leticia García (Podemos), Rocío Fajardo (Moderadora y presentadora), Gregorio Cámara (PSOE) y Joaquín Vega UP-IU)

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DÍA DEL LAICISMO EN GRANADA  2015 por Manuel Navarro Lamolda

Celebrar el Día Internacional del Laicismo y la Libertad de Conciencia tiene hoy pleno sentido pese a estar en el siglo XXI y haber pasado cientos de años desde que se iniciase su reconocimiento.

Desafortunadamente vivimos en un país donde la igualdad de trato de unas conciencias frente a otras es vulnerada a diario, donde el Estado no se mantiene neutral ante las creencias o convicciones de sus ciudadanas y ciudadanos (claro ejemplo de ello ha sido el apoyo judicial de la Audiencia Nacional a la medalla concedida por el Ministerio del Interior a una virgen); donde una corporación privada, como es la iglesia católica, pero también, en menor medida, otras confesiones religiosas y espirituales, gozan de todo tipo de privilegios a costa del erario público, del dinero de todos; o tratan de imponer sus dogmas y moral, especialmente en el ámbito de la mujer, la sexualidad, la muerte,… con el apoyo el apoyo político de determinados partidos; o utilizan las instituciones públicas para el proselitismo y adoctrinamiento de la infancia y la juventud.

Desafortunadamente vivimos en un mundo donde cada día, como si de tiempos de las cruzadas o del turco se tratara, el integrismo y el fanatismo religioso baña de sangre inocente las calles y plazas, sea en París, Madrid, Beirut, Siria, Libia, Egipto, Bangladesh… Igualmente podemos hablar de persecuciones y condenas en unos sitios por ser ateos, en otros por ser cristianos, en otros por ser musulmanes, en otros por ser mujer, en otros por confundir el pecado con el delito o imponer la sharía u otra ley religiosa. El laicismo no puede quedar impasible y llama a la paz y la convivencia ante tanta barbarie que ya pensábamos fue propia de tiempos pasados.

Y qué decir de nuestra Granada:

La libertad de conciencia y la laicidad se vulnera en los centros escolares, incluso públicos, donde se discrimina a quienes no optan por la enseñanza de religión, o se impone simbología religiosa en las aulas, es el caso de Jayena que mantiene los crucifijos pese a las denuncias de madres y padres afectados y las nuestras, aunque el art. 21 del Estatuto de Andalucía dice que la enseñanza será laica.

Ayuntamientos como el de Granada, Motril,… que siguen haciendo votos a cristos, vírgenes y santos para que libren la ciudad de incendios y terremotos, en vez de preparar adecuadas ordenanzas y planes de prevención, o como el de Granada y Loja que celebran actos municipales con misas y eucaristías. O que conceden medallas y títulos honoríficos municipales a entes, advocaciones e imágenes religiosas: Virgen de la Amargura, medalla de oro en Granada, alcaldesas perpetuas Alodia y Nunilón en la Puebla don Fadrique, alcalde perpetuo san Hermenegildo en Alquife tan sólo en este año, pero tenemos constancia de 20 casos más, de los que sólo dos se hicieron en época franquista.

Alcaldes y concejales que desfilan en procesiones católicas, como tales autoridades, nada que objetar si acudiesen a ese o a cualquier otro acto confesional a título personal, como un fiel más seguidor de una religión – eso entra dentro de su libertad de conciencia -, pero no, lo hacen en representación de una institución pública que identifican de ese modo con una opción particular, sin enterarse de que los tiempos en que las autoridades iban bajo palio ya pasó a la historia, una negra historia de connivencia de entre el trono y el altar.

Una Universidad que acoge actos de proselitismo, invita a misas a comienzo de curso o con motivo del patrón “sagrado” de algunas de sus Facultad. Por cierto de las 27 Escuelas Superiores  y Facultades, 20 tienen patronas o patronos religiosos. Y eso que es una institución que por sus propios Estattos debe dedicarse a la ciencia, el pensamiento racional, la cultura, la investigación, la enseñanza… todo ajeno al proselitismo y el culto, que tiene sus propios lugares para ello.

Muchas de estas actuaciones pretenden justificarse en la tradición o en la cultura, a veces considerando temas de hace unas décadas como propias de toda la vida. Y aunque así fuera. Ni todas las tradiciones, ni todas las culturas tienen valores que se puedan mantener a perpetuidad, baste hablar de las tradiciones esclavistas, de la cultura patriarcal, de la homofobia, de la violencia,…

Y todo esto daría igual si son actos católicos, como si son evangélicos, judíos, musulmanes, budistas, ateos,… o de cualquier otra opción particular. Por eso denunciamos igualmente que el Ayuntamiento de Granada ceda su salón de actos para un acto cofrade o para un proselitista acto de espiritualidad oriental, como va a hacer el próximo sábado 15 de diciembre.

Una Granada que cuenta con un arzobispo que encubre a supuestos pederastas dándoles tiempo para eliminar posibles pruebas incriminatorias justificándolo en pretendidos fueros eclesiásticos propios del franquismo; o un obispo en Guadix que intenta organizar visitas pastorales a colegios e institutos.

O una administración educativa que cede a una organización católica de caridad el servicio de comedores escolares en un barrio de esta ciudad, en vez de afrontarlo como un servicio público.

Y así podríamos seguir…

En definitiva un Estado que hace dejación de sus obligaciones y deja una parte de la educación y la sanidad en centros concertados religiosos, y casi toda la atención social en entidades y corporaciones privadas confesionales. Eso sí pagadas con subvenciones públicas.

11.000 millones de euros anuales para pagar obispos, curas o frailes, colegios católicos, profesores catequistas en las escuelas, capellanes, hospitales y orfanatos, centros de mayores o asilos, que con sus nombres de santas, cristos o vírgenes cobran del erario público, aunque parezca que ellos son quiene ponen todo al servicio de los pobres y necesitados. No nos damos cuenta de la peligrosa deriva que esto supone al dejar en manos privadas religiosas, lo que ha sido el resultado de una larga lucha por conquistar derechos sociales universales públicos, haciendo que volvamos a una falsa caridad y beneficencia pagada en gran parte por la Administración (al menos 2.600 millones) pero gestionados por una gran corporación religiosa, política, económica… que se permite equiparar con el mayor cinismo en boca del secretario de la CEE, Gila Tamayo, el laicismo y el fundamentalismo como los grandes males de nuestro tiempo. ¡Qué calculada ignoracia!

Ante este Día Internacional del Laicismo y la Libertad de Conciencia conviene recordar con entusiasmo la utopía laicista que supone pensar, y actuar en consecuencia, que todos los seres humanos somos iguales, que todas personas son igualmente dignas y no caben unas conciencias más libres que otras, ni más privilegiadas, o más discriminadas.

El laicismo pretende crear las condiciones jurídico-políticas, socioeconómicas adecuadas para el pleno desarrollo de la libertad de conciencia, como uno de los Derechos Humanos básicos, y en coherencia con todos ellos, en base a los grandes ideales ilustrados de libertad igualdad y fraternidad.

El laicismo aspira a la emancipación que nos haga libres de toda tutela, seres libres con capacidad de pensar críticamente y de exigir la separación y neutralidad del Estado ante toda confesión religiosa o ideología particular.

El laicismo defiende la libertad de conciencia, de creencias o convicciones de cada cual, y lucha por la libertad de decidir tenerlas, o no, o cuando se persigue o se impide la libertad de expresión

El laicismo promueve un espacio común de convivencia, donde quepan todas las particularidades propias de cada persona, pero donde ninguna de ellas se imponga o privatice ese espacio público.

Reclamamos la igualdad y el derecho a la diferencia, pero sin diferencia de derechos.

Cabe mejor propuesta de convivencia y de defensa de los DDHH universales. Y si la hay estamos abiertos, lejos de cualquier dogmatismo a debatir, reflexionar y asumir.

Este año electoral, hemos propuesto 44 medidas concretas para avanzar en ese sentido.

Hemos vivido en los últimos tiempos una fase de gran efervescencia política y social, la llamada crisis –crisis para algunos-, en realidad recortes en los servicios públicos y los derechos conquistados, la corrupción generalizada, sistémica diría yo, que ha ido saliendo a la luz… han generado un impulso ciudadano en busca de una democracia real que culmine en un proceso constituyente que recupere la soberanía ciudadana, la convivencia plural, que por esencia ha de dar lugar a un Estado laico y republicano basado en los DDHH actuales y los que podamos ir incorporando. Y digo republicano en el sentido amplio de res pública, y en el sentido concreto de igualdad de toda la ciudadanía y por tanto sin el privilegio de una familia a heredar la representación del Estado o a ser inviolables y libres de responsabilidades (art. 56 CE)

Este proceso en el que hemos estado inmersos y que nos hubiese gustado más activo, prolongado y profundo, posibilitaba que nuestras propuestas tuviesen un mayor eco social y político. Y algo de eso ha sucedido cuando uno ve los programas electorales, el debate público, los medios,… o incluso como sus propuestas aparecen en más programas electorales, o se hacen de forma más extensa.

Nuestro objetivo al proponer estas medidas ha sido

Garantizar la independencia y neutralidad del Estado respecto a cualquier confesión religiosa. Las normas y el funcionamiento de las Administraciones Públicas no pueden ni someterse a normas confesionales (divorcio, aborto, eutanasia,…) que por otra parte no obligan a quienes no quieran seguirlas por su moral o sus creencias. Ni pueden identificarse con una opción particular religiosa o ideológica.

Eliminar todo tipo de privilegios y discriminaciones (simbólicas, jurídicas, fiscales, financieras,..) Las confesiones religiosas son entidades privadas y deben regirse por las normas comunes y no tener un estatus especial. Que por cierto hoy además es desigual y discriminatorios con la actual Ley de Libertad Religiosa, ya que hay una mencionada en la CE, cuatro con Acuerdos de colaboración (católica, evangélica, islámica y judía), 4 de notorio arraigo (mormones, ortodoxos, testigos de Jehová y budistas), y 17 819 entidades religiosas registradas- (13 171 católicas)… y algunas ni registradas.

Promover una enseñanza pública y laica, por tanto universal, gratuita, democrática… base para una formación autónoma que permita la formación de conciencias libres.

Promover un proyecto de ciudadanía soberana y de convivencia plural

Salir de anacronismos que suelen utilizarse con frecuencia para justificar un confesionalismo encubierto – a veces descarado- como puedan ser las tradiciones culturales antes comentadas, o las mayorías sociológicas que pretenden justificar la vulneración de derechos fundamentales que en ningún caso pueden estar sometidos al juicio de las mayoría, por constituir prerrequisitos de la democracia y los DDHH. Para entendernos, cuando la administración educativa traslada al Consejo Escolar para que decida sobre si un crucifijo debe o no quitarse se vulnera el derecho fundamental de libertad de conciencia de quienes se ven obligados a ver en contra de sus convicciones y en un espacio obligatorio esa simbología católica. O cuando la iglesia se considera con derecho a exenciones fiscales o subvenciones por ser la inmensa mayoría de este país. Algo que tampoco es cierto.

Actualmente sólo un 70 % se considera católico en las encuestas del CIS de los que sólo un 18/20 % son practicantes, cuando no creyente o ateos se declara el 25 %.

Las bodas civiles son el 70%,  los bautizos el 50%,  o sólo el 45 % de alumnos dan religión en la escuela pública. Y  la asignación tributaria sólo la marca un 35 %, un tercio de los contribuyente.

 Por eso reclamamos una voluntad política de los partidos que conformen el nuevo Parlamento para que estas propuestas constituyan un verdadero CONTRATO un compromiso real para asumirlas y ponerlas en práctica, y no dejarlas, como ha venido ocurriendo en otras ocasiones como mero adorno electoral que queda en otras promesas incumplidas. Luego nadie se queje de la desafección de la ciudadanía.

Es más, yo pido que se empieze a actuar ya, desde las organizaciones y desde las instituciones donde se está presente adoptando medidas que promuevan el Estado laico y os ofrezco nuestra colaboración, y pido vuestra colaboración ante nuestro próxima propuesta de creación de una Red de Municipios por un Estado Laico y vuestra actuación el mismo día 20 de diciembre para se den instrucciones a apoderados e interventores y en aquellos colegios electorales donde hay simbología religiosa se reclame su retirada, y en todo caso se haga constancia expresa en el acta. Por parte de Granada Laica se van a visitar los colegios electorales de la capital y algunos pueblos de la provincia para comprobar los que tenga dicha simbología y reclamaremos que el ayuntamiento cambie la localización de dichos locales, generalmente colegios católicos.

Unas medidas que se concretaban en grandes bloques:

Medidas legislativas

Medidas económicas y fiscales

Medidas simbólicas y de igualdad

Medidas sobre educación

Pero es turno de conocer cuáles son esas propuestas y posteriormente podremos debatir.

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