Reig o Jesús Sanz podrían acoger a los benedictinos si son expulsados del Valle de los Caídos
El obispo de Alcalá ya anunció su intención de ‘exportar’ el modelo de Cuelgamuros al Cementerio de Paracuellos del Jarama
El arzobispo de Oviedo es uno de los líderes del sector ultraconservador, y candidato a presidir la CEE en las elecciones de marzo próximos
Después de Franco, los monjes. El Gobierno quiere expulsar a los benedictinos del Valle de los Caídos mediante un decreto ley cuando apruebe la nueva ley de Memoria. El papel de los religiosos durante el proceso de exhumación de Franco y, especialmente, las trabas puestas por el prior (de pasado falangista), Santiago Cantera, han llevado al Ejecutivo socialista a plantear la salida de la congregación de Cuelgamuros.
Un proceso que esperan culminar con éxito tras un diálogo -que aún no se ha puesto en marcha- con el Arzobispado de Madrid, de quien depende eclesialmente el entorno, puesto que el Gobierno no pretende desacralizar la basílica, sino ceder el control a la diócesis, que sería quien dictaminaría quién se hacía cargo del culto y de su uso litúrgico.
Sin embargo, los monjes no lo pondrán fácil. Según ha sabido RD, la Abadía afronta el anuncio del Gobierno “con tranquilidad”, al tiempo que amenaza con emprender acciones legales contra el Ejecutivo por un posible delito de profanación de recinto sagrado, y por una posible vulneración de los Acuerdos Iglesia-Estado. Una cuestión que no preocupa demasiado al Ejecutivo, especialmente después de lo sucedido en el caso de la salida de los restos del dictador.
Sea como fuere, la siguiente pregunta resulta evidente. Si los frailes salen de Cuelgamuros, ¿dónde irán? Dos lugares emergen por encima del resto: Oviedo y Alcalá de Henares. El arzobispo ovetense, Jesús Sanz, y el polémico Reig Plá habrían abierto las puertas de sus diócesis a los religiosos del Valle.
Sanz, líder del sector ultraconservador de la Iglesia española y considerado el ‘delfín’ de Rouco Varela, habría ofrecido a los monjes una presencia en su diócesis, en algún lugar cercano a Covadonga, donde poder seguir ejerciendo su misión de orar por la unidad de España, muy cerquita de la tumba de don Pelayo, la misma en la que Santiago Abascal arrancó su última campaña electoral.
Por su parte, como ya informamos, Juan Antonio Reig quiere ‘exportar’ el modelo del Valle de los Caídos al Cementerio de Paracuellos del Jarama. Allí, en la llamada ‘catedral de los mártires’, el paraje del Arroyo de San José, donde reposan los cuerpos de miles de personas asesinadas durante la Guerra Civil, el polémico obispo de Alcalá anunció su intención de fundar un monasterio de vida contemplativa para orar por los caídos por Dios y por España, al más puro estilo de los benedictinos en Cuelgamuros.
En la actualidad, el cementerio está custodiado por la Hermandad de Ntra. Sra. de los Mártires de Paracuellos, asociación de fieles católicos perteneciente a la diócesis de Alcalá de Henares, que es la máxima responsable de todo lo que sucede en el camposanto. En noviembre pasado, durante su homilía por los ‘mártires de Paracuellos’, el obispo calificó el cementerio como “un laboratorio de la fe en el que, más allá de las luchas ideológicas, queremos recibir, en la carrera de nuestra vida, la antorcha de aquellos campeones del espíritu que, sin temer la muerte, entregaron su vida por amor a Dios y por amor a España”.