El Yediot Ahronot informa que las autoridades israelíes están impartiendo un cursillo de hasbara o propaganda a los estudiantes que van a cursar estudios fuera del país.
Se trata de la última herramienta destinada a contrarrestar la “deslegitimación” de Israel en la escena internacional.
O al menos así se presenta, como “deslegitimación” de Israel y no como “deslegitimación” de la ocupación y del apartheid que no paran de crecer día a día.
Los estudiantes que viajen al extranjero recibirán instrucciones acerca de cómo combatir la “deslegitimación” del Estado judío. Los primeros estudiantes se enviarán, con este cursillo a cuestas, a China, Alemania y Francia, y poco a poco se irá extendiendo el campo de acción a otros países.
Las campañas de hasbara constituyen un elemento central de la política israelí. El año pasado ya se anunció que estudiantes bilingües de las universidades israelíes recibirán ventajas económicas a cambio de estar presentes en las redes sociales y en los medios de comunicación occidentales, una táctica que es bien conocida.
Ahora, cada grupo de estudiantes que se disponga a viajar al extranjero recibirá un adiestramiento especial sobre el conflicto israelo-palestino y las políticas de Israel con el fin de hacer frente a específicas amenazas en la universidades occidentales donde vayan a estudiar.
Los cursillos serán breves puesto que los estudiantes reciben un bombardeo sistemático de hasbara desde que se encuentran en el jardín de infancia. A los tres años de edad ya comienzan a recibir soldados que les empiezan a instruir en los rudimentos de la hasbara, de manera que cuando acaban sus estudios secundarios puede decirse que están muy bien formados en estas cuestiones.
En materia de nacionalismo y religión, difícilmente podría encontrarse en el mundo estudiantes mejor preparados que los israelíes, puesto que han mamado nacionalismo y religión desde la más tierna infancia y desde todas las perspectivas posibles.
La coordinadora nacional de Liderazgo Joven, Hadara Rosenblum, ha dicho que la idea de enviar a Occidente estos nuevos emisarios se gestó tras la invasión militar de Gaza del año pasado, en la que murieron más de 2.100 palestinos y 72 israelíes.
“Al final, estos estudiantes que viajan al extranjero representan a Israel y van a desempañar una importante función en la hasbara israelí, incluso sin saberlo ellos mismos. Por lo tanto, es importante que viajen con el conocimiento necesario para abordar las cuestiones difíciles”, ha explicado Rosenblum.