El Movimiento por la Cultura Laica (MLC) considera que se necesita trabajar en la sociedad civil para la creación de una verdadera laicidad en el país. La definición de la laicidad es dada en la Declaración Universal ratificada en 2005 como “la armonización de diversas coyunturas socio históricas y geopolíticas de los principios: respeto a la libertad de conciencia y de su práctica individual y colectiva; autonomía de lo político y de la sociedad civil frente a las normas religiosas y filosóficas particulares; y no la discriminación directa o indirecta a los seres humanos”.
El artículo 25 de la Constitución garantiza el libre ejercicio de la religión en el país. No obstante, la organización cree que los funcionarios tienen su propia religión y la imponen en sus discursos, cuando muchas personas no comparten esos fines religiosos. Además, se mantiene la discriminación hacia sectores importantes debido a ideas religiosas preconcebidas.
Uno de ellos es el respeto a la diversidad sexual de los ciudadanos. Wendy Castillo, representante de la Pastoral de Inclusión de la Iglesia Anglicana, explicó que la discriminación hacia el sector Lesbiana, Gay, Transexual, Bisexual e Intrasexual (LGTBI) es tan amplio que no permiten el ingreso a la mayoría de religiones en el país .
“Si existiera un verdadero estado laico, la comunidad LGBTI podría entrar a cualquier iglesia porque es parte de nuestros derechos espirituales”, señaló. Según Castillo, la iglesia Anglicana es la única que le ha dado apertura a la comunidad.
La educación sexual en los jóvenes, el aborto, la religión dentro de las escuelas y otros se mantiene en la agenda nacional, sin que nadie se preocupe por la inclusión de las organizaciones sociales en el debate. Según Fidelicia Ramírez, miembro de MCL, si el Estado se ve influenciado por ideas morales limita el ejercicio de la ciudadanía y de la democracia en el país. Por lo tanto, es importante que la ciudadanía conozca el laicismo con el fin de respetar las convicciones de las personas.
Olga Vásquez, Teóloga y catedrática de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”(UCA), considera que la religión no es la principal enemiga de la cultura laica, sino algunas políticas públicas que están ligadas al poder de algunos representantes de la iglesia que no permiten una verdadera inclusión de los sectores más vulnerables de la sociedad.
Por su parte, Carlos Molina, filósofo de la UCA, aseguró que la cultura laica es un territorio donde pueden creer diferentes creencias religiosas y donde existan diferentes puntos de vista . “El contricante de la cultura laica es la institucionalización de la religión”, enfatizó. Además, señaló que un ataque a las iglesias es simplista ya que no resuelve el problema de la exclusión en la sociedad.
Asimismo, recalcó que Monseñor Óscar Arnulfo Romero es un símbolo de una cultura laica salvadoreña, ya que es respetado por muchas creencias religiosas, gnósticas y ateas, por su pensamiento y porque respetó a los diferentes sectores de la sociedad.
El debate se realizó en el marco de la publicación del libro “Laicidad: elemento clave de la democracia”, una recopilación de artículos divulgados en el espacio de “Libres como el pensamiento”, sección de Diario Co Latino.
El libro contiene los primeros 100 artículos que se dieron a conocer desde el 8 de febrero de 2008. Margarita Rivas, integrante de MCL, agradeció al medio de comunicación por permitir el espacio para dar a conocer sus puntos de vista.
Asimismo, informó que se llevarán a cabo distintos debates sobre la laicidad con los candidatos en los próximos comicios y se dará a conocer la primera parte de una investigación sobre el Estado laico y la educación en los próximos meses.
El Movimiento Cultura Laica está conformado por académicos y diferentes organizaciones de la sociedad civil con el fin de brindar investigaciones y reflexiones sobre la laicidad y su importancia dentro de la democracia salvadoreña.
Carlos Molina, catedrático de la Universidad Centroamericana, UCA, durante una ponencia del Movimiento por la Cultura Laica.