Imagen que publicó el portavoz de CSeM en su facebook sobre la alcaldesa para criticar su participación en la ofrenda del Lledó.
Las fiestas de la Magdalena de Castellón, además de avivar la llama de la discordia entre la Junta de Festes y el Ayuntamiento de Castellón, han servido para dilatar la brecha existente entre los firmantes del Pacte del Grau. Es decir, el bipartito que gobierna en la capital de la Plana (PSPV y Compromís) y su ‘socio en la oposición’, la formación asamblearia afín a Podemos, Castelló en Moviment, CSeM.
El desencadenante del nuevo enfrentamiento entre CSeM y el equipo de gobierno se produjo durante la ofrenda de flores a la Mare de Déu del Lledó el sábado pasado y se originó a raíz de la participación de varios miembros de la corporación, así como de la propia alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco, en el evento. Según el portavoz de CSeM, Xavi del Señor, ello atenta contra uno de los puntos del Pacte del Grau, que vela por la laicidad.
Así lo defendió Del Señor en su perfil en la red social Facebook. Ilustrando su publicación con una imagen de Marco en el interior de la basílica, Del Señor lamentó que «esta fotografía, además de ser una imagen inquietante que refleja el sometimiento de la alcaldesa al poder religioso, es una excelente instantánea que resume la legislatura del Pacte del Grau. Un pacto de gobierno firmado por la alcaldesa que, entre muchas otras cosas, asume el compromiso de laicidad del ayuntamiento». «Un pacto que en el punto 4.44 dice ‘Velaremos por el principio de laicidad. Los representantes municipales que asistan a actos religiosos lo harán a título personal», recordó el portavoz de la formación asamblearia.
Del Señor, quien apuntó que «no fue la alcaldesa la única del gobierno que asistió a la ofrenda en calidad de cargo público», se preguntó «¿Por qué se comprometen a cosas cuando saben sobradamente y por adelantado que no lo van a cumplir? ¿Tanto les costaba decir ‘iremos a misa como cargos públicos tantas veces como la Iglesia lo pida’?». Y no sólo eso. El portavoz de CSeM se atrevió incluso a poner en duda la buena salud de un nuevo pacto, en el caso de que éste se diese en el inicio de una nueva legislatura en 2019. «¿Qué fiabilidad pueden tener? ¿Quién confiará en ellas y ellos si, llegado el caso, necesitáramos un nuevo pacto en 2019?», cuestionó del Señor.
Del Señor concluyó su publicación señalando que «la imagen muestra a una alcaldesa de una gran ciudad, del PSOE, entre un obispo y un prior que sus homilías piden rezar por la unidad de España».
De esta manera, Del Señor vuelve a cuestionar las decisiones de la alcaldesa de Castellón y de nuevo se escenifica un desencuentro entre los partidos políticos que firmaron el Pacte del Grau. Una discordia que parecía apagada, una vez del Señor dio su aval a los presupuestos municipales de 2018 ‘a cambio’ de que el equipo de gobierno aceptase algunas de sus enmiendas.
Reacción del PP
La oposición no tardó en reaccionar ante el nuevo episodio que distancia a CSeM del bipartito. El portavoz popular adjunto en el consistorio, Juan José Pérez Macián, evidenció este martes la división que existe entre los socios firmantes del pacto del gobierno, tras las últimas acusaciones públicas del portavoz de «la formación podemita» acusando a la alcaldesa, Amparo Marco, de incumplir sistemáticamente, el pacto de gobernabilidad.
Macián lamentó que «los mismos que convirtieron a Amparo Marco en alcaldesa, ahora no se fían de ella, le acusan de incumplir el pacto de gobierno que ella misma firmó y se comprometió a respetar durante la legislatura». «Estamos ante otra crisis de gobierno, si no se fían entre ellos, ¿cómo va a confiar la ciudadanía en este gobierno? ¿Cuánto va a tardar Xavi del Señor en retirarle su apoyo a la alcaldesa si le está acusando de algo tan grave como faltar a su palabra y no respetar el acuerdo del gobierno al que ella se debe?», criticó el portavoz adjunto del PP
Así las cosas, desde el PP en el Ayuntamiento de Castellón lamentaron que «el Pacte del Frau está roto. Sus socios ni se respetan, ni se apoyan entre ellos, lo que lleva a una situación insostenible de absoluta ingobernabilidad que al final van a pagar los castellonenses».