Yo fui el miércoles a la policía nacional de La Laguna – Tenerife porque había perdido (o me robaron) la cartera. En el despacho de "denuncias", presidiendo la sala, había un crucifijo en la pared. Además, era lo único que había en esa pared. Por el aspecto de la pared y su pintura más vale no pedir que lo quiten porque, seguro, aparece una sombra de fondo de la de años que debe llevar eso allí colgado y a lo mejor a alguien se le ocurre decir que la sombra es obra de algún milagro y va a ser peor el remedio que la enfermedad.
Felipe VI “el óptimo”, según las reales academias del Instituto España · por Cristina Calandre Hoenigsfeld
El día 14 de octubre tuvo lugar la apertura del curso de las Reales Academias del Instituto de España,…