Comentarios del Observatorio
Además de la crítica patrimonialista, la instalación de estos símbolos religiosos supone una vulneración de la laicidad institucional, dando carta de privilegio a una confesión religiosa particular, con lo que se viola el principio de neutralidad y el principio de igualdad como no discriminación.
La Asociación de Ciudadanos para la Defensa del Patrimonio critica las balconeras colocadas en el ágora salmantina con motivo de la Semana Santa, que no se contemplan en ninguna norma
La Asociación de Ciudadanos para la Defensa del Patrimonio (Acdp) ha criticado las balconeras de diferentes cofradías instaladas en la Plaza Mayor salmantina con motivo de la Semana Santa. Desde la asociación ven cierta “ostentación” y recuerdan que se trata de un lugar declarado Bien de Interés Cultural, por lo que se necesita permiso para colocar este tipo de emblemas.
Ante la llegada de la Semana Santa, en varios balcones de la Plaza Mayor de Salamanca se han colocado enseñas y balconeras de algunas cofradías de la ciudad. Sin embargo, desde la Asociación de Ciudadanos para la Defensa del Patrimonio recuerdan que “para todo esto hay ordenanzas y normas municipales suficientes”, y lamentan que, “lo que sucede estos días en la Plaza Mayor incumple, incluso, varios preceptos de la propia religión”.
Debido a ello, desde la propia asociación han detallado a La Crónica de Salamanca los motivos de sus críticas, poniendo en duda “hasta qué punto es legal”. En primer lugar, insisten en que la Plaza Mayor es un Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que, “no se puede andar poniendo nada, ni pancartas, ni lonas, ni nada de cartelería, si no se tiene la autorización de la Comisión Territorial de Patrimonio”. “Nos extraña mucho que todo eso esté autorizado, y tenemos antecedentes para pensar mal”, añaden.
Asimismo, apuntan que “es un poco caótico todo lo que hay puesto, porque cada uno es de un tamaño, está un poco desordenado todo e, incluso, en una de las balconeras hace reflejo la tela”. Entonces, “si les han dado permiso, la verdad es que no han sido muy rigurosos”.
Junto a ello, hacen hincapié en que, “la Plaza está sometida a otro tipo de ordenanzas y normas del Ayuntamiento, como puede ser el reglamento de uso de la Plaza Mayor, que indica que para poner algo en los balcones se debe tener la autorización municipal, a mayores de la de la Comisión Territorial de Patrimonio por ser un BIC”. Así como la “ordenanza de cartelería, publicidad y demás, y el propio plan de ordenanzas urbanas, en el cual, incluso se dicen cosas como que no se puede tender la ropa en los balcones a la vista del público”.
Finalmente, en lo referido a los “preceptos religiosos” que se incumplen según la Acdp y a los que aluden en sus críticas, aclaran que, se refieren a la “ostentación” que perciben. “El sentimiento religioso no hace gala ni ostentación de nada, es mucho más recatado. La fe va por dentro. En la Biblia, Cristo decía cosas como que lo que haga tu mano izquierda no lo sepa tu mano derecha. Y aquí parece todo lo contrario”, explican, apuntando que “cada uno puede manifestar su religión, su cofradía, su cristo… Pero sin hacer ostentación de nada, y en este caso parece que hay cierta ostentación”.
“Antes no se ponía ni lo que se pone en los balcones, ni lo que se pone en la Casa Consistorial. Se ponían unos cuadros en todos los balcones de la primera planta, y en cada cuadro el emblema de la cofradía. Todos iguales. Ni unos más, ni unos menos”, señalan, concluyendo que, “si se ponen, que lo hagan con cierto gusto y cierto orden, y en la medida justa”, concluyen.