Este lunes se inauguró oficialmente la nueva sede de la Asamblea Legislativa, que tuvo dos invitados que generaron el malestar de algunos congresistas.
En el acto solemne, el arzobispo José Rafael Quirós y de la pastora Carmen Carazo, se encargaron de dar un mensaje religioso y bendecir tanto el inmueble como la labor de los diputados.
“Invocamos al mismo Dios que invocó el rey Salomón para que bendiga este edificio, ustedes tienen responsabilidad de hacer grande este edificio”, dijo Carazo, con una de sus manos dirigida hacia lo alto.
La participación de ambos, generó críticas y la solicitud del avance del proyecto de ley de Estado Laico en Costa Rica.
Separación entre política y religión
Paola Vega, diputada oficialista, mostró su malestar, incluso llevó un mensaje en la blusa que vistió durante el acto inaugural.
A su criterio, el Congreso no es espacio para recibir misas ni mucho menos y por lo tanto, pidió un respeto a la división de poderes.
A sus críticas se sumó María Vita Monge, legisladora socialcristiana, a quien su propia bancada le ha achacado cercanía con el partido oficialista.
Monge criticó la mezcla entre religión y política que se desarrolló este lunes en el Congreso.
La legisladora aseguró que hay intereses políticos -sin decir de quién o quiénes- para las elecciones presidenciales 2022, razón por la cual, no respaldan su iniciativa.
“De ahí la necesidad de que todos seamos iguales ante la ley y se nos respete nuestro derecho a profesar una religión pero no mezclar la religión y la política, como se hizo hoy una vez más”, criticó.
Un 52,5% de la población manifestó ser católica, según un estudio de la Universidad Nacional (UNA) realizado en 2019.
Adicionalmente, un 27,1% indicó ser cristiana evangélica, 16,5% creyentes sin religión. Un 2,7% manifestó que profesa otra religión y un 0.7% no respondió.
El proyecto de Estado Laico fue presentado desde 2019. Monge solicitó desde el 5 de junio de ese mismo mes, una audiencia con el Papa Francisco para conversar sobre este tema.