Cuando la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, respiraba tranquila al conocer que la coronación de Felipe VI tendría lugar en el Congreso de los Diputados a la misma hora que la procesión del Corpus recorre las principales calles del casco histórico de Toledo, esto es, a las 12 horas del 19 de junio, y que dada su condición de mandataria autonómica no le “quedaba más remedio” que asistir a los fastos del Borbón, llegó el arzobispo de la sede Primada de España, Braulio Rodríguez Plaza, y ¡zas! anunció que meditaba la posibilidad de trasladar el recorrido procesional a la tarde de ese “jueves que reluce más que el sol”, para permitir que los políticos que por sus cargos, como es el caso de Cospedal, deban arropar al nuevo monarca en Madrid puedan estar también acompañando a la Custodia de Arfe en jornada vespertina. “Los nervios” se apoderaron del PP manchego.
¿Por qué el miedo a retrasar la procesión?
Y es que claro, si monseñor Braulio pensaba retrasar el desfile procesional al jueves por la tarde, una vez descartada la celebración del mismo en domingo, como así se habló hace unos días, María Dolores Cospedal se exponía a ser abucheada y pitada por los toledanos, como así sucedió en la procesión de 2012, lo que la convirtió en el primer político en ser increpado en pleno recorrido procesional. Aprendida la lección, la presidenta de Castilla-La Mancha se sacó de la manga en 2013 una reunión con los burócratas de Bruselas, en vez de con la tradición “sagrada” de los toledanos. Colgó peineta y mantilla y se marcho a la capital de UE a negociar nadie sabe muy bien qué. Y ahora le venía a ver de nuevo la fortuna con el relevo en la corona española.
La Iglesia cede a las presiones
De ahí que el PP saliera en tromba para “vender” el arraigo de la celebración matinal como una cita ineludible para los toledanos. Tanto, que al arzobispo, según ha podido saber este periódico, no le ha quedado más remedio que ceder y “olvidarse” de retrasar la procesión, señalan fuentes eclesiásticas, que se sorprenden por este inusitado interés. “Pretendíamos contentar a todos, pero vemos que nos hemos confundido”, señalan las mismas fuentes. Aun es más, el Ayuntamiento estaba dispuesto a cambiar todo el organigrama de ese día para “facilitar la presencia de Cospedal”, dice un concejal; “lo que pasa es que Cospedal no quiere saber nada del Corpus porque sabe lo que le ocurre si se atreve a desfilar…la gente está cansada de tanto recorte, de que siempre paguen los mismos, o de que la educación y la sanidad estén echas unos zorros”, concreta.
García-Page, sí estará
Quién sí estará con sus ciudadanos, con los toledanos, es su alcalde, Emiliano García-Page, que ya ha confirmado su presencia en la celebración del Corpus, y por tanto en la procesión, a pesar de que coincida con la coronación de Felipe VI. Sin embargo, el también líder del PSOE castellano-manchego dijo “creer saber quién es la persona que más se alegra de la coincidencia”, en clara alusión a Cospedal. Referencia contestada inmediatamente por las huestes de la lideresa, que reprocharon a García-Page restar importancia a la presencia de Cospedal en Madrid, recordándole que es la presidenta de Castilla-La Mancha. Sí, es cierto, pero Emiliano García-Page es senador y, por lo tanto, ocuparía un destacado lugar en el hemiciclo en la sesión conjunta que celebran ambas Cámaras en la Carrera de San Jerónimo. No solo eso, el nuevo monarca ostentará, entre otros títulos, el de Rey de Toledo. Argumentos de peso para estar en Madrid, pero el socialista lo ha dicho por activa o por pasiva. “Me siento TTV (Toledano de Toda la Vida)”.
María Dolores de Cospedal en el Corpus
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