Los azotes se llevarán a cabo en público después de las oraciones del viernes en frente de la mezquita al-Jafali en Jeddah.
En Arabia Saudita, Raif Badawi fue sentenciado a siete años de prisión y 600 latigazos, por pedir tolerancia y que las mujeres sean tratadas como seres humanos. El tribunal de apelaciones aumentó la condena a 10 años de prisión y 1000 latigazos.
La semana pasada esa sentencia fue confirmada:
[L]a corte de apelaciones saudí en La Meca confirmó la sentencia de Badawi. Esto significa que la sentencia de Badawi es definitiva, y que los funcionarios saudíes podrían empezar a azotarlo en pocas semanas. De acuerdo con la decisión final, Badawi recibirá 50 latigazos por sesión, con un descanso de no menos de una semana entre cada sesión. Los azotes se llevarán a cabo en público después de las oraciones del viernes en frente de la mezquita al-Jafali en Jeddah.
El caso fue presentado por el Center of Inquiry ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (intento que Arabia Saudita intentó censurar infructuosamente).
Amnistía Internacional ofrece información de contacto de líderes saudíes a los que se les puede escribir. Es probable que caiga en saco roto —después de todo, ¿qué tan seria es una comisión de derechos humanos de un país que equipara a los ateos con terroristas?— pero en este momento no hay otra manera de ayudar a Badawi.
También pueden ayudar a compartiendo su historia para que más personas conozcan esta injusticia.
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Sr. Presidente
El mes pasado, Raif Badawi, quien fundó una página web saudí dedicada a fomentar el debate sobre religión y política y pidió a su país que respetara la libertad religiosa, de cultos, de expresión, y los derechos de la mujer, fue acusado de "insultar al islam". Fue condenado a 10 años de cárcel, 1.000 latigazos y a una multa de un millón de riales saudíes. Badawi fue encarcelado primero por siete años en el 2012 por violar la ley informática de Arabia Saudita y por insultar a las autoridades religiosas a través de sus escritos en línea y por alojar los escritos de otros en su sitio web.
En un caso separado, el abogado del señor Badawi, Walid Abu al-Khair, fue encarcelado por su activismo por los derechos humanos.
El señor Badawi es un preso de conciencia que es culpable de nada más que atreverse a crear un foro público para el debate y el ejercicio pacífico del derecho a la libertad de expresión.
Los castigos corporales, como la flagelación, violan el derecho establecido en la Convención contra la Tortura, que prohíbe la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
Hacemos un llamado a Arabia Saudita, como miembro recién elegido de este consejo, para que libere a Raif Badawi de inmediato y sin condiciones, y retire los cargos pendientes contra él y otros por "blasfemia", "insultar al islam", o "apostasía".
Como miembro electo de este Consejo, Arabia Saudita tiene la obligación de "mantener los más altos estándares en la promoción y protección de los derechos humanos" y "cooperar plenamente con el Consejo". Si va a conservar alguna credibilidad como miembro, instamos a que reforme sus leyes con el fin de proteger la libertad de religión, cultos y expresión, cese el uso del castigo corporal, y derogue el artículo 1 del decreto de su Ministerio del Interior que define el ateísmo como terrorismo.
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