Enrique Tarrio, el líder cubano del grupo ultraderechista Proud Boys, ha sido condenado a 155 días de cárcel este lunes por haber quemado una bandera con el lema «Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”) el pasado diciembre en una iglesia histórica negra de Washington y por llevar cargadores de rifle de alta capacidad, ilegales en la capital.
El pasado 4 de enero fue detenido al llegar a la capital desde Miami, su lugar de residencia, por haber quemado la banderola. Además, en el momento del arresto, la Policía encontró en su vehículo dos cargadores de armas de fuego con capacidad extra para balas cuya posesión es ilegal en Washington.
El líder cubano, de 37 años, había planeado el viaje para participar para participar el 6 de enero en el asalto al Capitolio para apoyar al expresidente Donald Trump. Sin embargo fue detenido dos días antes y no pudo participar.
Pese a expresar arrepentimiento por sus actos ante el juez, el líder ultraderechista se ha mantenido activo en las últimas semanas y ha defendido a los miembros de los Proud Boys acusados por el asalto al Capitolio a través de Telegram.
Más de una decena de miembros de los Proud Boys han sido imputados por el ataque y se sospecha que el grupo estuvo en buena medida detrás de la organización de las protestas del Capitolio, después de que Trump animara a sus seguidores a rechazar la victoria de Joe Biden en las elecciones celebradas el pasado noviembre.