El sacerdote Carlos López Valdez acaba de ser condenado a 63 años de prisión por las violaciones a un niño entre 1994 y 1998. Tras una larga lucha para conseguir una sentencia, la víctima de esos abusos, Jesús Romero Colín, quiso recordar a aquellas instituciones que estuvieron protegiendo al sacerdote de la justicia.
“La sentencia habla de la gravedad de los delitos que ese sacerdote hizo en mi contra”, dice Jesús Romero Colín, víctima que lleva años luchando para conseguir se condene al sacerdote que abusó de él. “Son casi 10 años de lucha para conseguir justicia”, agrega y después guarda silencio al otro lado del teléfono. El fallo fue emitido el pasado 8 de marzo pero se conoció este martes.
La primera vez que entrevisté a Romero fue en 2010, cuando visitó la redacción de Univision Noticias para una entrevista en el programa Al Punto con el periodista Jorge Ramos. Romero era el personaje central del documental ‘Agnus Dei’ (Cordero de Dios), de la cineasta y documentalista mexicana Alejandra Sánchez. La cinta constituyó en aquel entonces una denuncia, un grito de agonía para detener la pederastia del clero en México, un reclamo, un llamado de atención que, cuando fue exhibido en las salas de cine, dejó boquiabiertos a un público que no lograba comprender la gravedad de un escándalo que ha hecho tambalear a la Santa Sede.
En ‘Agnus Dei’ Romero narró los abusos a que fue sometido entre 1994 y 1998 por el presbítero Carlos López Valdés cuando tenía entre 11 y 16 años, la difícil y compleja lucha de todos los días para vencer los traumas y lesiones causadas por las reiteradas violaciones sexuales, la pérdida de la inocencia de un niño y la búsqueda del sacerdote por todas las parroquias de México para mirarlo a la cara y pedirle explicaciones.
Larga espera
Ocho años más tarde llegó la sentencia. La semana pasada un juzgado condenó a López, un sacerdote activo, a 63 años de cárcel por violar a un menor de edad. López Valdez tiene 70 años.
“Me tomó por sorpresa”, confiesa Romero. “Son casi 10 años. Creo que es algo que ya me hacía la idea de que no iba a pasar. Le dieron una sentencia máxima bastante ejemplar”.
Romero también señala que la sentencia “dice muchas cosas para la sociedad, las víctimas de los abusos y violaciones del clero y las instituciones que estuvieron protegiendo a este sacerdote de la justicia”.
Pero junto con la alegría sentida con el fallo permanece la tristeza de años de espera, desazones y palabras cargados de agresividad. “Discursos perversos”, les llama Romero. “La jerarquía de la Iglesia mexicana ha tratado siempre de desprestigiar a las víctimas y proteger a los pederastas. No se me olvida que el excardenal, Norberto Rivera, dijo que yo buscaba dinero, fama y atacar a la iglesia. Este fallo demuestra que yo tenía la razón”.
Encuentro fallido
En marzo de 2016 Romero intentó hablar con Francisco cuando este visitó México. “Si hablo con el Papa, no le pediría más palabras sino acciones concretas y contundentes para que dejen de ocurrir abusos dentro de la Iglesia”, dijo en ese entonces a Univision Noticias.
“Junto con otras víctimas y padres de jóvenes abusados cuando niños, hemos buscado una audiencia con el papa Francisco, pero a la fecha (la víspera del peregrinaje del Obispo de Roma por tierras mexicanas) no nos han dado respuesta. La pedimos a la Nunciatura Apostólica”, se lamentó.
El encuentro no ocurrió. Cuatro meses después, el 19 de julio de ese año, el joven recibió una carta de puño y letra del pontífice. En ella Francisco le dice que, “con dolor y vergüenza la releí y también con los mismos sentimientos la respondo. Perdón en nombre de la Iglesia, así con sencillez se lo pido. No me sale otra palabra”.
El papa también le dijo a Romero que “rezo por usted y por todos los que pasaron por este martirio. Quiero estar cercano. En usted y en los que han sufrido lo mismo veo la cara de Cristo ultrajada”, apuntó.
Los abusos
El caso Romero se volvió viral a partir de 2007 cuando la periodista y escritora, Sanjuana Martínez, publicó el libro ‘Manto Púrpura y prueba de fe: la red de cardenales obispos’. La obra denunció las violaciones cometidas por el presbítero Carlos López, quien cuatro años más tarde, el 25 de febrero de 2011, fue sancionado por la Congregación para la Doctrina de la Fe con la dimisión de su estado clerical. El dictamen fue inapelable.
“Carlos López, además de ser un pederasta, es un pornógrafo”, contó Martínez a Univision Noticias en aquel entonces. “Tenía cientos de fotos de niños y de Jesús Romero en su poder. Las fotografías son de un contenido muy explícito y no las íbamos a exponer cuando presentamos el libro. Solo mostramos algunas”, agregó.
Tres años después de la publicación del libro apareció el documental ‘Agnus Dei’. En el documental, Romero dice “Yo no lo voy a perdonar nunca”. En otra escena cuenta que “la primera vez me trató de penetrar y me lastimó mucho, mucho” (…) “Yo le dije: Padre, esto está mal. Él me dijo: No, yo te quiero mucho y tú me quieres mucho. Me mató espiritualmente”.
En un tercer pasaje Romero refiere que López Valdés había sugerido que “lo que en la noche pasa, en la noche se queda”. Al término de la denuncia cinematográfica, la víctima afirma que el padre Carlos “me robó mi vida”.
“Sentencia histórica”
Sanjuana Martínez sonríe. ”La sentencia es histórica”, dice la escritora durante una entrevista telefónica desde México.
“Imagínate, un caso en el que llevamos años. Llevamos una década detrás de Carlos López, el protagonista de uno de mis libros sobre los abusos sexuales del clero mexicano”, añade.
Martínez dice además que la sentencia, dictada por el juzgado 55 en materia penal de la Ciudad de México, “es un beneficio inmediato para las víctimas de abusos sexuales de sacerdotes que en México no han encontrado justicia aún. Beneficiará a todas las víctimas, porque en México ha imperado la impunidad”.
“Que uno de ellos sea sentenciado es una alegría enorme. Significa un avance para la búsqueda de la justicia”, precisó.
Al referirse a la lucha emprendida por Romero en todos estos años, dijo que “él es una de las victimas que ha hecho de su vida una forma de demostrar que las cosas deben ir por buen camino. Romero tiene una ONG de apoyo a las víctimas de abusos. Su lucha ha llegado a este nivel en el que nos encontramos. Es un ejemplo para todos en México”.
Preguntado respecto a si se reunirá con Carlos Aguiar Retes, el nuevo cardenal de México, Romero dijo que “espero que él me busque. Si en verdad quiere poner cero tolerancia a los abusos del clero, tendría que buscarme y hallar los elementos para encontrar una reparación”.