Varias decenas de personas acudieron a la convocatoria de Granada Laica para reclamar avances significativos hacia una provincia, una Andalucía y una España laicas, y el 9 de diciembre desde las siete de la tarde recorrieron el centro de la capital, de la plaza del Ayuntamiento hasta la de la catedral, y vuelta por Mesones. Iban pertrechadas de pancarta, carteles… y paraguas, pues la concentración se esperaba “pasada por agua”, pero finalmente apenas hubo que abrirlos.
El 9-D se celebra el Día Internacional del Laicismo y la Libertad de Conciencia porque es el aniversario de la aprobación, durante la Segunda República, de la Constitución que proclamaba la laicidad del Estado, y también de la aprobación en Francia de la ley de separación del Estado y la Iglesia.
Con menos fondo musical que otras veces (faltó el equipo de sonido ‘bueno’, por miedo a que se mojara), se escucharon datos y argumentos en favor del Estado laico y de la libertad de conciencia en Granada y en todo el mundo; hubo especial recuerdo y apoyo a la lucha de las mujeres, sobre todo en Afganistán e Irán. Algunos paseantes se incorporaron, en plazas y calles, al acto festivo-reivindicativo.
También tuvo mucha fuerza la reclamación del centenar largo de miles de bienes inmatriculados, la exigencia de que el Estado no financie a las iglesias (sobre todo a la católica, que recibe ¡casi 12.000 millones de euros anuales!), que la religión salga de la Escuela y la Universidad, y que las autoridades, tanto civiles como militares, no olviden que lo son de toda la ciudadanía.
Se recordó que el laicismo reclama la derogación de los Acuerdos con la Santa Sede, la abolición del delito de “ofensa a los sentimientos religiosos”, la promoción de una ley de Libertad de Conciencia que afiance la igualdad de todas las personas con independencia de sus creencias, la aprobación de una ley de recuperación de los bienes indebidamente inmatriculados, la defensa de los servicios públicos de calidad, la revocación de los conciertos educativos, y se insistió, pues es inaceptable que se adoctrine a la infancia, en la salida de las asignaturas de religión del currículum escolar.
Por último, no faltó un llamamiento a asociaciones, partidos políticos y otros colectivos, así como a todas las personas que comparten los principios igualitarios del laicismo, a defenderlos para alcanzar una verdadera democracia en la que no existan las graves discriminaciones que aún padecemos en Granada, en Andalucía, y en toda España.
Tras esta manifestación, Granada Laica organizó una cena a la que asistieron una veintena de socias y socios que brindaron por el laicismo y la libertad de conciencia.