Colectivos como el Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza de Madrid (STEM) y Europa Laica denuncia el trato favorable de la asignatura de religión en centros escolares de la Comunidad de Madrid, a pesar de los grupos burbuja y las limitaciones derivadas de la reorganización escolar por la pandemia.
Los grupos burbuja y la imposición de medidas higiénicosanitarias y de distanciamiento social obligaron a una reorganización de las aulas que, por otro lado, no estuvo exenta de quejas durante el inicio de curso, cuando los docentes ya advertían del caos en algunos centros y de la falta de personal para hacer eficaces las medidas para una vuelta al cole presencial. Ahora, colectivos y profesorado denuncian que en la Comunidad de Madrid la seguridad en las aulas ha quedado relegada a un segundo plano cuando se trata de garantizar la continuidad de la asignatura de Religión.
“Tenemos que adaptar el currículo, porque hay asignaturas que son irrenunciables y, ahora que vamos a reducir los tiempos escolares, a lo mejor hay materias que podemos dejarlas aparcadas hasta que tengamos que dejar de estar desdoblando aulas”. Al hilo de estas palabras que Isabel Díaz Ayuso pronunciaba el pasado 21 de septiembre, el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Madrid (STEM) lamenta que esta priorización de materias se esté traduciendo en dotar de protagonismo a la asignatura de Religión y dejar relegadas otras de Artes y Humanidades, que por otra parte llevan tiempo perdiendo peso en el currículo lectivo. “No hacía falta una pandemia para constatar el desprecio de la derecha neoliberal hacia las asignaturas de los ámbitos de las Artes y las Humanidades, pero ahora queda meridianamente claro: se trata de asignaturas ‘prescindibles’”, lamentan desde el sindicato.
El colectivo lo ejemplifica con la denuncia que ha recibido por parte de una maestra de Educación Infantil, que explica que en su centro, ante el reducido número de alumnado en Religión de cada aula, van a juntarles a todos en un mismo grupo, igual que se hará en la asignatura de Valores, habiéndose implantado ya los grupos estables de convivencia y otros protocolos sanitarios: “Según la Consejería esto sí se puede hacer…”, expresa la docente en su escrito. “Tener talleres conjuntos dentro del nivel no. Hacer presentaciones de proyectos conjuntas por nivel, tampoco, así como un sinfín de actividades. Esto es todo por la seguridad de los niños, y lo comparto, pero… entonces, ¿por qué sí pueden mezclarse en Religión?”.
Según la normativa que el gobierno regional hizo llegar a los centros educativos, se debía “garantizar la estanqueidad del grupo de convivencia estable en todas las actividades que se realicen dentro del centro educativo”, pero, matizaba el escrito, “se podrán realizar aquellas actividades en el centro educativo que conlleven la mezcla de alumnado de diferentes grupos de convivencia o clases, extremando las medidas de higiene y distanciamiento de 1,5 metros”. “Ante las dudas manifestadas por los equipos directivos que se ven en estas circunstancias, la Consejería hace una excepción: no les importa poner en riesgo la salud de alumnado y docentes cuando se trata de impartir catequesis”, denuncia el STEM en un comunicado reciente.
Asimismo, el sindicato lamenta que no se busquen alternativas para garantizar la seguridad del alumnado, como contratar a más profesorado o aparcar esta materia temporalmente. “Estamos hablando de una comunidad autónoma que mantiene dos sesiones semanales de Religión (por encima del mínimo que establece la ley, ya que en otros territorios solo se imparte una sesión), mientras aprueba una limitación a una sesión semanal en Francés y otras asignaturas optativas de Secundaria para el curso que viene”, expresan.
RELIGIÓN CON CALZADOR
En algunos centros, denuncia Europa Laica, se está juntando al alumnado de Religión y Valores en un mismo grupo. “Cada día recibimos información de familias que nos indican que escolares que no han solicitado religión se les deja en la misma aula, en el momento que se imparte religión confesional”, expresa el colectivo, una cuestión que consideran especialmente grave tratándose de menores de edad.
Por ello, Europa Laica demanda que en los centros educativos —tanto públicos como privados—que, por falta de espacio o de personal, no se pueda separar al alumnado que ha solicitado religión de los que reciben la asignatura de Valores, “se deje en suspenso (de forma transitoria) la impartición de la Religión o, en su caso, se dé la opción de que se imparta fuera del horario lectivo”. Del mismo modo, exigen que el alumnado que no haya solicitado religión de manera explícita no permanezca en el mismo espacio donde se imparta religión confesional.
Tanto el STEM como Europa Laica recoge en sus textos la consideración que desde hace más de 20 años llevan expresando colectivos en defensa de una escuela laica: “Ni la religión católica ni ninguna otra debería impartirse en horario lectivo”.
“No esperamos que en plena pandemia se concrete un cambio en profundidad que, de una vez por todas, saque a la asignatura de Religión del horario lectivo en todas las etapas (cambio que sí debería concretarse en la tramitación de la próxima ley educativa), pero entendemos —expone el STEM— que ya que parece que no se descarta “poner en cuarentena” otras asignaturas, se podría empezar por eliminar de forma transitoria la asignatura de Religión en la etapa de Educación Infantil, al menos allá donde impartirla implique mezclar alumnado de distintos grupos, dado que hablamos de una etapa que presenta un riesgo añadido por el hecho que el alumnado no esté obligado a llevar mascarilla y por las características mismas del alumnado de estas edades”.
Europa Laica también urge al Gobierno central a acometer una revisión de los acuerdos con el Vaticano y revisar la obligatoriedad de ofertar la asignatura de Religión: “Una sociedad plural, es mucho más democrática en el marco de un Estado de instituciones laicas, incluidos los centros escolares”, concluyen.