El 21 de agosto, la iglesia evangélica La Unción, en Cartagena (Bolívar), llevó a cabo una actividad de desarme en la que jóvenes pandilleros cambiaban armas por Biblias — aunque aprovechar la situación de desamparo, necesidad y muy posiblemente falta de oportunidades de los jóvenes para promover entre ellos la superstición es una actitud explotadora éticamente repudiable, no es algo que esté estrictamente prohibido en el ordenamiento jurídico colombiano.
Lo que sí está prohibido es que en la promoción religiosa participe un funcionario público, tal como hizo en esta oportunidad el edil del ‘Centro’ ‘Democrático’ Luis Caraballo, quien, para sorpresa de nadie, además es pastor evangélico:
Otro de los organizadores del evento, el pastor y edil de la Localidad Uno por el Centro Democrático, Luis Caraballo, aseguró que a los jóvenes ahora se les enseñará a guerrear pero con la palabra de Dios. Los jóvenes quienes dejaron atrás las armas para cambiarlas por biblias agradecieron a Caraballo por el apoyo recibido.
A pesar de que Colombia es un Estado laico, no es de extrañar que un movimiento político inspirado en el caudillo de extrema derecha Álvaro Uribe Vélez, quien nunca tuvo respeto por el laicismo, no guarde ningún decoro para respetar esa Constitución por la cual simulan rasgarse las vestiduras cada vez que en el país alguien hace algo que contradice los designios del Amado Líder.