El Gobierno keniano ha desplegado sus fuerzas de seguridad en la frontera con Somalia después de que algunos clérigos islámicos anunciaran que habían impedido la emisión pública de partidos de fútbol y películas porque estaban corrompiendo a los jóvenes.
Los clérigos de la ciudad fronteriza de Mandera anunciaron el pasado lunes que habían confiscado una serie de antenas de televisión por satélite porque estaban corrompiendo a los jóvenes en un país obsesionado por el fútbol y por las películas.
Una fuente de la seguridad local, que ha pedido no ser identificado, ha informado de que "dos grupos, un grupo secreto del Servicio Nacional de Inteligencia y otro de la unidad antiterrorista, llegaron ayer jueves por la noche para investigar". El agente ha añadido que otro grupo había sido enviado al campo de refugiados de Dadaab en el que viven unos 270.000 refugiados somalíes, una región de mayoría musulmana.