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Clases de religión. Conversación con Raquel Ortiz, coordinadora de València Laica

“La religión no va a puntuar, ese es el gran avance”. Dada la incuestionable importancia de la educación a todos los niveles hay que tener “Ese pilar amarrado”. Raquel Ortiz Piñero, coordinadora de Valencia Laica y feminista, citada en la agradable cafetería de La Nau, se muestra decepcionada ante el hecho de que la educación laica se quedó en el tintero, “La ley Celaá era una esperanza, creíamos que algo se podría rascar pero vemos que no; Wert estará encantado. Da risa lo de la LOMLOE (Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación)”. Reconocida como Asociación por el Ayuntamiento de Valencia y constantemente requerida por los medios informativos, Valencia Laica, mediante el trabajo de sus integrantes, no ceja en su lucha; “Aquí todo es por amor al arte, un trabajo voluntarista, no pedimos ninguna subvención por principios”. Ortiz conoció Europa Laica en el año dos mil doce convirtiéndose en figura relevante de reivindicaciones y postulados laicistas. “Que la religión no esté en la institución escolar, ¡es lo que toca!”.

“Si no los echan, ellos no se van a ir, ¡que los pongan en su sitio!” dice convencida, aunque no hay que olvidar que la Iglesia Católica sabe bien dónde y cómo aferrarse para subsistir y la historia lo demuestra: “En su desesperación por conjurar el fantasma de la bancarrota, el Vaticano había entregado su honor a Mussolini por la cantidad de 92,1 millones de dólares en moneda americana. Desde ese instante, el Vaticano tuvo moneda propia, fuerza policial, ciudadanía, un reducido contingente armado y su bandera amarilla y blanca”, explicita el libro del escritor y periodista Paul I. Murphy y R. René Arlington titulado La Papisa. Según apunta Ortiz, actualmente, “El uno por cien del PIB (Producto Interior Bruto) es lo que reciben” de España a la par que “No pagan impuestos y hacen lo que quieren”, España es “Su paraíso fiscal”, sin desestimar que “La monarquía retroalimenta la religión; la cruz y la corona”.

“La iglesia vive de este cuento”. El profesorado de religión tiene acceso tanto a centros privados concertados como públicos; “Ahí son puestos (puestas) por el Episcopado; la vía no es como la nuestra (el resto de docentes), ellos (ellas) entran a dedo y en verano cobran”. Respecto al alumnado apunta que “Con uno (una) que elija religión, pues clase de religión para uno (una), es oferta obligatoria”. Tal profesorado debe cumplimentar requisitos allende capacidades profesionales al uso, peculiaridades que significan lo que es un claro manejo invasivo de la educación, arquetipo del adoctrinamiento, “Ellos tiene que estar ahí, es cuestión de fe”. Quienes quiebran el estereotipo fijado son anatematizados: “La Iglesia anula como docente a una profesora por estar separada y recurrir a la fecundación “in vitro”, titula eldiario.es, con fecha del año dos mil diecisiete. Cientos de millones de euros pagan el Estado y Comunidades Autónomas para aleccionar en religión al alumnado; en el caso católico, se trata de un credo rotundamente afincado en el territorio nacional pero que presenta un gráfico de progresión descendente en éxito con seminarios desiertos, monjas en deserción, gran cantidad de sacerdotes contrayendo matrimonio, pocos bautizos, bodas no religiosas, porcentaje residual de asistencia a oficios religiosos, utilización de anticonceptivos en matrimonios católicos desaviniendo la negativa eclesiástica más allá del “método natural o método del calendario” y donaciones en notable merma por lo que la maquinaria central, llegado el caso, utiliza recursos de auxilio como el acceso a parcelas en el santoral, aumento de afiliaciones de movimientos de particular gama o accionariado financiero variopinto, gestiones de saneo de las arcas. Miles de profesores y profesoras de religión católica en activo, para su ejercicio, han tenido que conseguir las imprescindibles DECA (Declaración Eclesiástica de Competencia Académica) y DEI (Declaración Eclesiástica de Idoneidad). “DECA: el pasaporte para ser profesor (profesora) de Religión Católica”, (www.aprendemas.co, .01/07/2019). Sin olvidar el ineludible bautismo para poder ejercer tanto en ESO (Educación Secundaria Obligatoria) como Bachillerato. Así mismo, unos y otras, en sus portfolios han de poseer el salvoconducto e imprescindible acreditación del apoyo de la Administración Educativa otorgado por el Obispo de la Diócesis; algo muy similar a la prerrogativa instalada en el mundo bancario nacional donde un enchufe por parte de la Iglesia abre puertas de entidades financieras a personas solicitantes.

¿Por qué en el ámbito educativo público o privado concertado ha de ser obligatoria cualquier enseñanza de religión? ¿No tendría que ser una actividad de índole personal, familiar, de comunidad? ¿Multiplicar opciones religiosas en la oferta educativa realmente resuelve?

“El Ministerio de Educación lleva tres años pagando a maestros (maestras) de Religión que no imparten clases” (www.eldiario.es, 06/ 05/ 2018). El año pasado la Conferencia Episcopal contabilizaba casi treinta y cinco mil profesores y profesoras de religión con sueldos estatales que optan a sus puestos sin realizar oposición alguna. ¿Por qué entran “a dedo”? ¿Qué pasa con interinos precarios en comparación con este profesorado de religión aupado por la diócesis? En la página web del confidencial de enero de dos mil veinte la presidenta de APPRECE (Asociación Profesional de Profesores (Profesoras) de Religión en Centros Estatales), amenazaba: “Espero que el Gobierno no cruce la línea roja de poner clases de Religión fuera del horario escolar, eso sería un escándalo y tomaríamos todas las medidas pertinentes”; en sus estatutos dicha asociación, en el apartado undécimo, inicia: “Colaborar con la Jerarquía Eclesiástica de España…”.

“Esta gente quiere la escuela para seguir con la segregación. Lo que queremos es que el Estado los (las) ponga en su sitio, ¡privilegios ninguno!”, comenta Ortiz. ¿Por qué no programar la religión “A los extremos del horario, que no machaque a otras personas”?

¿Sera la política engullida por las confesiones religiosas? “Hoy cuentan con presidentes, ministros, imperios de medios, dictan los contenidos educativos de varios países, aparecen en las crisis políticas para apagar las llamas y obtienen sorprendente recursos del Estado”, se lee en la introducción al libro: Poder evangélico. Cómo los grupos religiosos están copando la política en América, del doctor en Ciencias Sociales argentino Ariel Goldstein, (observatoriodelsur.com, 26/09/2020).

“¿Por qué se mantiene ese poder de la Iglesia? ¡No son capaces de modernizar este país!”. Teniendo en cuenta la notoria secularización de la ciudadanía ¿por qué seguir clavando el estandarte religioso en la médula educativa? “Son una corporación privada”. ¿Una demostración más de los intereses que transitan bajo la superficie? ¿Qué impide poner en marcha los mecanismos precisos para dejar de seguir inmersos en una España folletinesca? “La responsabilidad es de los poderes que le consienten a la Iglesia esto, que es el Estado. Con ese poder no tenemos nada que hacer”.

Por otro lado la filosofía ha desaparecido del programa educativo, aunque, “Las autonomías tienen una llave ahí” y se impartirá según decidan, “¡Aquí sí!” afirma Ortiz, a la par que considera respecto a las religiones que estamos “En un buen momento para que no haya ninguna” en el sistema educativo, sobre todo “La de casa, esa es la que más recibe”.

“No estamos hablando de la revolución” añade la antigua profesora de francés e inglés, “Nosotros (nosotras) no queremos quemar nada”.

En la obra biográfica ya citada sobre sor Pascualina, la monja bávara “la mujer más poderosa del Vaticano”, se relata que: “Aceptando ese dinero el Vaticano había concedido al Gobierno fascista de Mussolini una autoridad arrolladora sobre la Iglesia.-Generalmente, los concordatos entrañan la renuncia a ciertos privilegios de la Iglesia-respondió Pacelli (papa Pío XII)-.a cambio, la Santa Madre Iglesia recibe autorización para desarrollar su misión evangélica y educar a la juventud en los principios cristianos. El propio Santo Padre ha dicho que negociaría con el Diablo si así lo requiriera el bien de las almas”.

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