El ex arzobispo de Lima convirtió a Perú en un laboratorio de la iglesia ultra, fue sancionado en 2019 por Bergoglio tras ser acusado de abusos sexuales, pero estos días participa en las congregaciones, estuvo en el funeral y hasta rezó ante el féretro del Papa vestido de cardenal aunque lo tiene prohibido
La imagen se ha repetido en varias ocasiones durante estos días. Con total impunidad, pese a tenerlo expresamente prohibido, Juan Luis Cipriani, arzobispo emérito de Perú y primer cardenal de Opus Dei, se paseaba vestido con los paramentos púrpura por las calles de Roma. Así se le vio rezando ante el féretro de Francisco, en el funeral, y también con el resto de cardenales a su sepulcro en Santa María la Mayor. También ha sido visto entrando y saliendo de las congregaciones generales. Después del escándalo Becciu, Cipriani es la nueva polémica con la que debe lidiar el Vaticano antes del cónclave.




