Mauricio Pulgar es un exseminarista, quien se mantuvo en el Seminario Mayor San Rafael de Lo Vásquez entre los años 1992 y el 2007 y que posteriormente denunció en el año 2012 que, durante este periodo, fue víctima de abusos sexuales y psicológicos por parte de la Iglesia Católica. Reconociendo que, a día de hoy, no puede olvidar lo sucedido: “Además del abuso sexual, es la tortura psicológica de Mauro Ojeda, de Jaime da Fonseca… Yo tengo pesadillas con eso todos los días” señaló.
Por este motivo, Pulgar junto con otras cuatro personas denunciaron en el año 2020 los abusos sexuales y psicológicos realizados por la Iglesia Católica, presentando una demanda contra el Arzobispado de Valparaíso ante la Corte de Apelaciones porteña, solicitando una indemnización de 1.250 millones de pesos. Según lo consignado por La Estrella de Valparaíso.
Sin embargo, esta denuncia no llegó a buen puerto, ya que los denunciantes desistieron de la demanda, llegando a un acuerdo con Arzobispado de Valparaíso, donde estos últimos deberán pagar 200 millones de pesos, por lo que cada víctima recibiría 40 millones de pesos.
Esto desde un punto de vista económico significa una derrota para los denunciantes, tal como lo reconoció Mauricio Pulgar, sin embargo, señaló que decidieron priorizar su salud mental. «Ya teníamos varios compañeros con temas de salud muy, muy fuertes (…) y ya la verdad tampoco teníamos mucho apoyo por parte del Poder Judicial y tampoco la institución eclesiástica tenía mucho interés en abrirse más (…) Analizándolo, si esperábamos dos o tres años más, íbamos a llegar exactamente a lo mismo, con todo el desgaste que implicaba y si alguno de nosotros se muriera en el camino, no tenía sentido», Indicó.
Por su parte el abogado del Obispado de Valparaíso, Óscar Silva, deja ver una sensación totalmente opuesta a la de los denunciantes, señalando que «La impresión es general es de tranquilidad por haber logrado este acuerdo, un acuerdo que demoró bastante tiempo en gestarse, que supuso extensas conversaciones, sobre todo a nivel de abogados (…) Finalmente logramos llegar a un punto de consenso, no solamente en relación con lo monetario, sino que también en relación con los términos de la declaración que a los demandantes les dejara también con tranquilidad o con cierta tranquilidad».