El eclesiástico reconoce que la social y cultural resulta «difícil». Es partidario de un Estado aconfesional como «garantía de libertad».
El cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, afirmó ayer que la integración social y cultural de los inmigrantes es "difícil" y que la religiosa "no hay ni que intentarla", porque "sería un proselitismo absurdo".
Este planteamiento, según Amigo, no significa que la Iglesia renuncie a su tarea evangelizadora. "Al contrario –dijo–, pero el camino no es el proselitismo, sino ofrecer aquello que se tiene y que digan: ´Cómo merece la pena ser cristiano´".
Para resolver el problema de la inmigración, el arzobispo "invertiría en política, formando a los mejores políticos del mundo y enviándolos después a sus países", para "reconstruir" los territorios de los que procede la inmigración, porque "lo demás serán parches".
A su juicio, son necesarios "políticos que sean educadores de su pueblo", y en este sentido puso el ejemplo al ex presidente de Túnez Habib Burguiba.
En un encuentro con directores de medios de comunicación, el cardenal se mostró partidario de un Estado aconfesional como establece la Constitución, porque "es una garantía de libertad", aunque destacó que la sociedad española es mayoritariamente confesional.
Opinó que los problemas de convivencia entre las distintas confesiones suelen darse "con los fundamentalistas radicales, con los que quieren humillar al contrario", ya que "entre creyentes no suele haber problemas", y se mostró partidario de "respetar los signos y ser muy comprensivos".
FINANCIACION Amigo consideró "extraño" que sólo el treinta por ciento de los contribuyentes marquen la casilla del IRPF destinada a la Iglesia, y recordó que en algunos países "en vez de una cruz se pone la firma", lo que a su juicio resulta "menos manipulable".
Amigo recordó que el 90 por ciento de la población se declara católica en España y que más del 80 por ciento pide la enseñanza religiosa para sus hijos, y señaló que será necesario "sensibilizar sobre este tema".
El arzobispo de Sevilla indicó que numerosas personas realizan la Declaración de la Renta por gestoría, por lo que en muchas ocasiones se marca por defecto la casilla destinada a otras obras sociales.
"¿DONDE PONGO LA CRUZ?" "Mi gestor me pregunta dónde ponemos la cruz y yo le digo que en los dos sitios, para la Iglesia y para otras obras sociales, porque también apoyo a las asociaciones que tratan de ayudar en los problemas sociales", señaló Amigo, quien agregó que tener que elegir entre las dos opciones "podría ser una trampa".
Opinó que otras confesiones religiosas deben tener la misma ayuda del Gobierno que la católica, porque "son pasos hacia la laicidad inteligente" y destacó que el porcentaje de autofinanciación de la Iglesia en Sevilla asciende al 90 por ciento.