Monseñor Quarracino, en ese entonces (1994) cardenal primado de la Argentina, habla acerca de los homosexuales y la conveniencia de construir un ghetto para ellos, en aras de su libertad y su alegría. Y, de paso, para evitar una «mancha en el rostro de la sociedad». La Iglesia católica argentina en su máxima expresión, en todo sentido del término. Quizás un buen método para meter a los gays en el ghetto sería llevando a cabo la «guerra santa» de Bergoglio.
Efemérides laicistas 14 de diciembre
1920 – En Reino Unido, la Cámara de los Lores aprueba la división de Irlanda en dos territorios…





