El cura español Jesús Andrés Vela, una autoridad religiosa hasta su muerte, ha sido denunciado por abuso sexual. Una de sus víctimas cuenta la historia
La primera sensación que llega con sus recuerdos es el olor repulsivo, como a leche descompuesta, del cura foráneo que abusó de él. Felipe Cáceres Pizarro era entonces un adolescente inquieto y díscolo, necesitado de orientación. Estudió en un colegio jesuita para hombres donde fue buen alumno, un atleta de primera y líder de su curso. La madre, preocupada por su rebeldía, acudió a una amiga que le había hablado de un sacerdote español, Jesús Andrés Vela, que hacía frecuentes visitas al colegio y que podía ayudarlo. En esa época era habitual que los curas enviaran papelitos de citación cuando necesitaban hablar en privado con un estudiante. La primera vez que recibió uno para verlo a solas, Felipe tocó a la puerta del dormitorio, el cura lo hizo pasar y cerró con pestillo.