El gobierno aprovecha la Ley de racionalización del Sector Público y otras medidas de reforma administrativa publicada en el BOE del 17-09-14 para legislar de tapadillo sobre la Obra Pía de los Santos Lugares, organismo público dependiente del Ministerio de Exteriores.

La Obra Pía de los Santos Lugares es una institución que data de los tiempos de las cruzadas pero que se reguló por primera vez en 1940, el año I de la dictadura franquista. Aunque en sus inicios sus funciones eran "dotar a doncellas en apuros, socorrer a los peregrinos y auxiliar las almas de los difuntos" ahora asume otras tareas como son "Sostener la Basílica-Museo de San Francisco el Grande de Madrid", "mantener e incrementar la presencia española en Tierra Santa." y "promover el estudio de la historia de la presencia española en los pueblos del Mediterráneo y Oriente Medio y, en especial, en Tierra Santa.". Para los no iniciados en el vocabulario religioso del BOE y del Ministerio de Exteriores, Tierra Santa es una denominación geográfica imaginaria que se refiere a Palestina, Israel, Turquía, Siria…e incluso Egipto.

Además de gestionar una Basílica, alguien se preguntará qué clase de actividades hace esta Obra Pía para mantener e incrementar la presencia española y promover el estudio de la historia. Inútil búsqueda. Ni existe información en la web del ministerio, ni memorias de actividades, ni ninguna noticia acerca del resultado de sus desvelos. ¿Qué hacen en realidad? Gestionar inmuebles. La Obra Pía de los Santos Lugares, al igual que su institución hermana, la Obra Pía de los Establecimientos españoles en Roma, simplemente gestiona alquileres de edificios de titularidad pública. También especula en el mercado inmobiliario. A tal efecto toma la forma de una Fundación sin ánimo de lucro en la que nominalmente hay técnicos y cargos políticos del Ministerio de Exteriores, compartiendo responsabilidades con "un franciscano versado en asuntos de Tierra Santa", otro "franciscano versado en asuntos de Marruecos", o el "El Jefe de Área de Relaciones con la Santa Sede".

En esta institución trabajan además varios funcionarios públicos. Al menos, según el BOE, un Director del Área de relaciones con la Santa Sede y Obra Pía, un Jefe de Sección de la unidad, El Jefe de la Negociado de la unidad y cinco ordenanzas que desempeñan sus funciones en la Basílica de San Francisco el Grande. ¿Haciendo qué? Consuela saber que es posible que la educación y la sanidad estén hoy desatendidas pero que hay otros espacios, que ni siquiera son de titularidad pública, a los que se les puede dedicar con trabajadores públicos, el cuidado y el mimo necesario. Cuando cierren plantas enteras de hospitales por falta de personal quizá los pacientes puedan ir a orar a San Francisco el Grande para recibir una atención más esmerada.

Según los presupuestos generales del estado de 2014 la Obra Pía tenía casi 7 millones de euros invertidos en activos financieros, gestionaba inmuebles patrimonio del estado, una pinacoteca con obras de Zurbarán o Goya y destinaba sus ingresos al mantenimiento de casas misiones, conventos y colegios religiosos. Entre ellos la Congregación Hijas del Calvario o la Casa de Damasco en manos de la Custodia franciscana.

Sin embargo no se conocen todos los inmuebles ni la forma de gestión. Si sirve para aportar algo de luz, su organización hermana en Italia negocia con nada menos que 190 viviendas en el centro de Roma, 80 locales comerciales, 10 oficinas, estudios, etc cuyos ingresos destina entre otras cosas al Óbolo de San Pedro, La Iglesia de Roma, al Centro de Estudios eclesiásticos, mantenimientos de iglesias, etc. La Obra Pía italiana la dirige el embajador español en la Santa Sede y estuvo implicada en un escándalo de reparto arbitrario de viviendas a funcionarios afines. Cuenta con "pisos francos" que emplea en lo que cree más oportuno. En el pasado para albergar oficinas de la falange, de la Guardia Civil o como vivienda de diplomáticos a precio de saldo.

Resumiendo la cuestión.

Al margen de que rechina que en el Boletín Oficial del Estado aparezcan denominaciones como Tierra Santa o Santos Lugares, lo que hay aquí es lo siguiente:

El estado cede la gestión y enajenación de inmuebles de titularidad pública a un organismo autónomo público en el que trabajan funcionarios públicos pero que está dirigido por religiosos. La función de este organismo es desviar los ingresos de estos inmuebles a organizaciones eclesiásticas.

Simple y llanamente es una estructura legal para ceder a la iglesia católica los beneficios de inmuebles del estado repartidos por todo el mediterráneo y hurtarlos de las arcas públicas. Para mayor escarnio se destinan a este fin funcionarios públicos cuya "sede" es una Basílica. Se subvenciona esta organización con 69000 euros al año y, por supuesto, está exenta de impuestos. El negocio redondo.

Jerusalén y los santos lugares

Vista de Jerusalén y los "santos lugares"