El pasado jueves 20 de septiembre, en la Sala 1 del Anexo A de la Cámara de Diputades, se llevó a cabo el foro “Estado Laico: desafíos y estrategias para la construcción de la igualdad”, organizado por Católicas por el Derecho a Decidir, Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL) y Asociación Internacional de Librepensamiento (AILP). Disertaron Marta Alanis, Soledad Deza, Analía Más, Gabriela Guerreros y Fernando Lozada; acompañaron e hicieron sus aportes al debate les diputades Araceli Ferreyra (FPV-Movimiento Evita), Nathalia Gonzáles Seligra (FIT), Mónica Macha (FPV) y Romina del Pla (FIT).
La marea verde post #8A no se detiene, hay que volver a poner el cuerpo frente avances legislativos como el Proyecto de Ley sobre libertad religiosa y la acalorada resistencia que ofrecen sectores alineados a la iglesia católica para impulsar cambios en la reglamentación de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral. En la misma sala del Anexo A del Congreso de la Nación, en este caso sin presencia de grupos antiderechos, tuvo lugar un debate clave que impulsa la separación de la iglesia del estado. En el marco del debate se presentó la publicación “Laicidad en Argentina”, un informe de situación sobre la laicidad del Estado argentino y también el documental “Estado laico. Iguales en la diversidad”.
Marta Alanis, miembra de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito y representante de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, dio inicio al debate y expresó que, este foro se trata de construir alianzas y de invitar a reflexionar sobre nuestra coyuntura y estrategias para lograr un Estado Laico.
Soledad Deza, abogada, integrante de Católicas por el Derecho a Decidir. Explicó que “en la publicación Laicidad en Argentina, abordamos desde cuatro puntos de vista las cuestiones que ponen en crisis la laicidad y que suponen privilegios indebidos de un culto por sobre otro. Cuando hablamos de laicidad tenemos que tener en cuenta que constitucionalmente nuestro estado se organiza como un Estado Laico pero que sostiene el culto católico económicamente. Esto lleva a la creencia errónea de una parte de la ciudadanía que considera que este es un país católico.
La injerencia indebida de la iglesia católica en las políticas públicas es, donde creo, que más se afecta la construcción de una ciudadanía plena. Después de la discusión sobre la legalización del aborto si algo quedó al descubierto fueron dos estrategias políticas bien diferenciadas de un avance eclesiástico indebido sobre las políticas públicas. En diputades lo que vimos es cómo bajo la apariencia de discursos de ciencia o de discursos de derecho lo que se hacía era contrabandear argumentos religiosos, pero en senadores se vio otra política que fue el avance descarnado de la jerarquía eclesiástica en la arena política.
La objeción de conciencia se está presentando como la manera de impugnar la autonomía sexual de las personas, si bien nació como una herramienta noble destinada a proteger minorías atribuladas me parece que frente a los derechos sexuales en general y al aborto en particular ha invertido su forma y ya no funciona para proteger la idoneidad de conciencias privadas sino que funciona de forma política, funciona de manera abierta y funciona de forma encubierta, como las declaraciones provida de Municipios, Delegaciones, no tienen poder jurídico pero políticamente confunden a la ciudadanía.
Estamos asistiendo a un momento en donde hay una clara negligencia pastoral cuando vemos que desde los discursos hegemónicos de la jerarquía eclesiástica lo que se fomenta precisamente es una separación completa de los adelantos científicos o de las verdades científicas que es lo que los lleva a decir que el DIU es abortivo o que hay un bebé en el momento de la concepción, y una serie de formas de trastocar el discurso que me parece que más allá de que la laicidad es necesaria, no podemos desconocer que hay un sector importante de la ciudadanía religiosa que identifica que está siendo estafada por la jerarquía eclesiástica, que hace una lectura sesgada de los dogmas y que tiene un solo objetivo que es el de imponer una moral sexual restrictiva”.
Analía Más, abogada, Secretaria de Género y Laicismo de la FALGBT e integrante de CAEL, puso el foco en la iglesia como sujeto político, enemiga de la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de identidad de Género en su momento, se repite como sujeto opositor ante la Ley por el Aborto Legal Seguro y Gratuito y la no aplicación de la ESI. En su exposición recordó a Martín, el estudiante -varón trans- de una escuela de Barracas, que se suicidó en el mes de agosto por no ser aceptado por su elección de género. Tenía 14 años y había pedido que lo llamen con su nombre de varón. A lo cual, según cuentan sus compañeres, -que hoy se están organizando en pos de tener más educación sexual en la escuela-; la psicopedagoga habló con el curso y se refirió a Martín como compañera y les dijo que el género no era algo importante.
Gabriela Guerrero, Pastora Pentecostal, inició su intervención con el pedido de solidaridad con el padre Paco Oliviera -perteneciente al Grupo de Curas en Opción por los Pobres-, quien fue expulsado de la parroquia de la Isla Maciel y separado de su cargo después de hacer pública la necesidad del tratamiento del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo y remarcar que era un tema de salud pública. “Esto es una bajada de línea para aquellos que intentamos tener un cristianismo liberador, que se involucra en las luchas populares, que interpreta las necesidades del pueblo. Somos la disidencia del movimiento pentecostal conservador”.
Para sintetizar su exposición leyó una frase del dictador Videla que para Guerrero refleja la realidad que estamos viviendo como pueblo: “el Hombre es criatura de Dios creado a su imagen, su deber sobre la tierra es crear una familia, piedra angular de la sociedad y de vivir del respeto del trabajo y de la propiedad del prójimo. Todo individuo que pretenda trastornar los valores fundamentales es un subversivo, es un enemigo potencial de la sociedad y es indispensable impedirle que haga algo”. Concluyó la pastora, “nosotres como iglesia pentecostal estamos a favor de la separación de la iglesia del estado. Desde nuestra práctica no es incompatible estar a favor de todos los derechos que el pueblo ya ha conquistado. Pero para el patriarcado un cristianismo de liberación es mala noticia”.
Fernando Lozada, ateo, miembro de CAEL, de H.I.J.O.S. Mar del Plata y portavoz de AILP. Comenzó su exposición haciendo hincapié en que se eligió el 20/09 como día para hacer esta reunión, porque “en el 2012 desde AILP decidimos impulsar en todo el mundo el 20 de septiembre como el “Día internacional del libre pensamiento”. Las fuerzas que querían unificar Italia logran entrar a Roma y abolir el poder temporal del papado un 20 se septiembre de 1870; también para la Argentina es un día muy importante porque el documento Nunca Más vio la luz, así que es una fecha sumamente emotiva para la lucha por los derechos humanos.
“A veces nos dicen que la lucha por un estado laico es pequeño-burguesa, que no tiene que ver con lo urgente que está pasando hoy en épocas de crisis pero creo que eso requiere un análisis un poquito más profundo. Si nosotros analizamos la posición de la iglesia a fines del siglo XIX con la doctrina social de la Iglesia, ahí se ve un proyecto de clericalización no sólo de los estados sino de la política social del sindicalismo, ese proyecto lo que hace es introducir la idea del corpus, del cuerpo dentro por ejemplo del movimiento sindical, es decir toda la sociedad es un cuerpo y a cada uno le toca ser parte del cuerpo y cada parte del cuerpo tiene que hacer su tarea y esto deriva en lo que se conoce como la alianza de clases que es contraria a la lucha de clases. Un sindicalismo infiltrado con esta concepción es un sindicalismo que realmente no lucha por la clase trabajadora. Ahí vemos las consecuencias de la doctrina social de la Iglesia que lo que trae no es un proyecto religioso sino un proyecto político-religioso-económico.
Ha pasado el tiempo y en la guerra fría se introduce otro proyecto político-religioso-económico que viene desde Estados Unidos, estos evangelismos reaccionarios, que además de ser antiderechos vienen con un proyecto que se lo conoce como la teología de la prosperidad que es una ideología exitista, inmediatista, individualista, egoísta, absolutamente funcional al neoliberalismo y esto se introduce en Latinoamérica y empieza a crecer fuertemente. En Brasil vemos el ejemplo donde hay más de 180 entre diputados y senadores que pertenecen a estas corrientes que hoy representan un poder político enorme con lo que se conoce como la bancada evangélica. Es decir, hay infiltrados en todos los partidos políticos y todos los pastores que hoy ocupan cargos dentro del parlamento a la hora de determinadas cuestiones antiderechos o de imponer políticas conservadoras funcionan como un bloque a pesar de pertenecer a partidos diferentes.
Temer se unió a pastores para la destitución de Dilma Rousseff, el 60% de los votos de la destitución los dio la bancada evangélica. Vienen a instalar un proyecto. También vienen por los medios de comunicación.
Bregamos por una sociedad secularizada que sepa comprender que la religión y la política también van por caminos separados y esa es la lucha que tenemos que dar, lucha cultural, lucha muy fuerte porque estos son poderes que no solo vienen a traer una cosmovisión sino que vienen a instalar cuestiones que son funcionales a sus poderes.
El Estado laico es la forma que vamos a poder vivir en armonía y que vamos a empezar a valorar lo que es ser distinto, y esa es nuestra intención con este encuentro, empezar a transitar el camino para que quienes tienen el poder de hacer estos cambios dentro del estado también empiecen a ser una sola voz a pesar de la diversidad, a pesar de las diferencias, debemos unirnos porque esto nos va a dar un peso para empezar a transitar un camino donde la diversidad sea finalmente un valor positivo”.
Luego quienes tomaron la palabra fueron les diputades que se sumaron al foro para apoyar desde sus espacios políticos esta iniciativa.
Mónica Macha, diputada nacional por la provincia de Buenos Aires por el FPV, enfatizó en que la vuelta de ciertos poderes religiosos, evangelistas y de proyectos tan conservadores en lo político, en lo moral y en lo social también tiene que ver con una respuesta a que nos animamos a ser más libres, a pelear por más igualdad y la reacción ante eso vino con más fuerza.
Nathalia González Seligra diputada nacional por la provincia de Buenos Aires por el FIT, expresó “me alienta ver a la juventud en defensa de la educación pública que también ha tomado como bandera la separación de la Iglesia del Estado, empezando por sacar los símbolos religiosos, parece increíble que lo primero que uno ve al entrar a una Universidad pública sea un símbolo religioso. Desde nuestro espacio hemos presentado proyectos para que se deroguen los decretos de la dictadura que le dan beneficios económicos a la iglesia católica. Aprovechando la crisis social la iglesia ha avanzado en la educación religiosa, en un momento en que las escuelas públicas están derruidas, hay muchas familias que optan por esas opciones con cuotas económicas. La pelea por la separación estado-iglesia también está unida a la lucha por reivindicar una educación plena, de calidad, a una salud plena y de calidad, la iglesia también ha avanzado en ese terreno en detrimento de la salud pública”.
Araceli Ferreyra, diputada nacional por Corrientes por el Movimiento Evita del FPV, recordó el #8A “creo que no perdimos, ganamos, creo que lo que nos pasó es que muchas veces no tratamos el tema por pensar que íbamos a perder y que eso podía ser un retroceso, y funcionó de un modo que pudimos exponer la falta de argumentos de ellos, tuvimos la paridad de la palabra y pudimos demostrar que sus argumentos eran la nada misma y eso nos permitió ganar otras batallas. Nos permitió tener beneficios y costos, porque muchas veces nuestros espacios no nos entienden, y resolvimos salir con una agenda con estos proyectos, de separación estado iglesia, que implica derogación de leyes de la dictadura, terminar con sueldos de obispos, quitarle la beca a los seminaristas, y en el medio nos encontramos con consensos que nos permitieron sacar la Ley Brisa, la Ley Justina, el dictamen de reformulación de la Ley ESI. Hemos generado un tsunami impresionante que se refleja en las reacciones tan terribles contra el pañuelo verde”.
Cecilia Palmeira, en representación del colectivo NiUnaMenos, expresó que este avance de la iglesia es parte de la contra revolución sexual que emprenden, y apuntó a este contexto actual de un neoliberalismo de alta intensidad que en un nuevo proceso de acumulación del capital articula una nueva guerra contra las mujeres, sin Estado Laico no hay NiUnaMenos.
El Art. 2° de la Constitución Nacional indica que “El Gobierno Federal sostiene el culto católico apostólico romano”, sin embargo en la misma Constitución no se reconoce religión alguna y se establece una libertad de culto. En un encuentro se dejó en claro que desde distintos espacios políticos se intentará poner este tema en agenda, es importante resaltar que tal como informa la publicación “Laicidad en Argentina” son 35.000 millones anuales los que se destinan a la iglesia católica -además de otros aportes a organizaciones afines, llámese Caritas o la Fundación de Albino CONIN-, y constituirse en beneficiaria de varios privilegios como por ejemplo estar exenta de pagar impuestos o recibir subsidios en las escuelas católicas. Actualmente la Campaña Federal por la separación Iglesia/Estado y las masivas Apostasías Colectivas que se llevan a cabo en todo el país hablan de un malestar creciente de la ciudadanía con un culto que habla por “fieles” a quienes no representa.