Comentarios del Observatorio
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Los reclusos de la cárcel brasileña de Caratinga recibieron las reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús el viernes 28 de junio. La urna, que contiene un fémur y huesos del pie de la santa, llegó a la Diócesis de Caratinga, en el estado brasileño de Minas Gerais, el martes 25 de junio, y partió el 2 de julio hacia la Diócesis de Cariacica, en el estado de Espíritu Santo.
Los reclusos, la policía penitenciaria y los funcionarios de la prisión veneraron las reliquias. El Obispo de Caratinga, Mons. Juárez Delorto Secco, acompañó la visita y bendijo las instalaciones y a los internos, quienes prepararon rosas para este momento. Las rosas benditas serán entregadas por ellos a las familias de los prisioneros.
Para el director de la prisión, Gustavo Henrique Nespoli, la visita de las reliquias fue «un momento muy especial, teniendo en cuenta la historia de Santa Teresita y lo que representa el sistema penitenciario para la sociedad misma».
En medio de «los prejuicios y la exclusión, cuando nos enfocamos en el amor, el cuidado, la evolución del ser humano, la fe en la misericordia de Dios hacia las personas, nos emocionamos y somos muy felices», dijo en declaraciones a Doctum TV el viernes 28.
Según el sitio web de la Diócesis de Caratinga, la peregrinación de las reliquias de Santa Teresa, patrona de las misiones y una de las cuatro doctoras de la Iglesia, «es una oportunidad para que los fieles se conecten con su fe e intercedan por gracias».
Uno de los organizadores de la visita de las reliquias a la diócesis, Fray João de Deus OCD, dijo que la peregrinación es «Santa Teresita cumpliendo su misión, su deseo de caminar por el mundo, de anunciar el Evangelio, de testimoniar a Jesucristo en todas partes».
«Todo lo que trae un poco de comodidad, paz, tranquilidad a los internos, es muy bueno, siempre muy bienvenido», dijo el director de seguridad, Rodrigo Soares, a Doctum TV. «Había pocos lugares por los que pasaban las reliquias de Santa Teresita y fuimos agraciados con ello». La cárcel «es un lugar que necesita mucho de la Palabra de Dios».
«No todos los días tenemos esta paz, pero hoy vivir esta paz con Santa Teresita es gratificante para nosotros», dijo el recluso Welington Douglas. «Todos nos esforzamos por recibir a Santa Teresita con los brazos abiertos».
Esta es la cuarta vez que las reliquias del primer grado de Santa Teresita llegan a Brasil. La peregrinación se realiza a petición de la Orden del Carmelo Descalzo en Brasil al Carmelo de Lisieux, en Francia, en celebración del 150 aniversario del nacimiento de la santa y 100 años de su beatificación, celebrado en 2023; y en preparación para el centenario de su canonización, en 2025. Comenzó el 1 de febrero en la ciudad de Trindade, Goiás, y finalizará el 1 de octubre en São Paulo, en el estado del mismo nombre.
Para seguir el programa de la peregrinación, basta con acceder a las cuentas de Instagram de los carmelitas: @soucarmeloocd, @carmelobrasil y @floresdocarmelo.
¿Quién fue Santa Teresita del Niño Jesús?
Marie-Françoise-Thérèse Martin, conocida como Santa Teresa de Lisieux o Teresa del Niño Jesús, es una de las santas más populares de Brasil. Nació el 2 de enero de 1873 en Alençon (Francia), y fue la hija menor de los santos Luis y Celia Martín. Tuvieron ocho hijos antes de Teresa. Cuatro murieron siendo aún jóvenes y las otras cuatro, María, Paulina, Leonia y Celina, fueron monjas como la santa.
A la edad de 15 años, Teresa ingresó en el monasterio carmelita de Lisieux con el permiso especial del papa León XIII porque aún no era mayor de edad. Su gran experiencia con Dios desde que era una niña, relatada en sus Manuscritos autobiográficos, trajo enseñanzas sobre la «infancia espiritual» o «pequeño camino» que se basan en la confianza amorosa en Dios. Teresa creía que su camino hacia Dios era ser como un niño, y por eso lo buscó en este camino de humillación que rebosaba en la vida fraterna y en el amor sin medida.
Santa Teresita murió a la edad de 24 años, el 30 de septiembre de 1897. Fue beatificada en 1923 y canonizada el 17 de mayo de 1925 por el Papa Pío XI quien, hablando de la nueva santa, dijo: «Esta cándida niña, flor abierta en el jardín cerrado del Carmelo, no contenta con añadir a su nombre el del niño Jesús, copió en sí misma su imagen viviente».
El 19 de octubre de 1997, Domingo de las Misiones, Teresa de Lisieux fue proclamada Doctora de la Iglesia por el Papa San Juan Pablo II, debido a sus escritos autobiográficos.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en ACI Digital.