Cergio Prudencio considera que la preservación de la procesión de Semana Santa en La Paz como patrimonio responde una “gestión política de la Iglesia Católica” por recuperar espacio.
El uso de las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana en la procesión del Viernes Santo en La Paz es una contravención a la Constitución Política del Estado (CPE) e implica un “retroceso” del Estado laico.
Dichas consideraciones fueron expuestas en Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, por el maestro y exviceministro de Interculturalidad Cergio Prudencio y analista Héctor Ramírez, cuyos conceptos contradijeron a los justificados por le senadora arcista del Movimiento Al Socialismo (MAS) Virginia Velasco, la promotora de la Ley 1538, que dispuso la medida.
El artículo 4 de la CPE establece que el Estado respeta y garantiza la libertad de religión y de creencias espirituales, de acuerdo con sus cosmovisiones. El Estado es independiente de la religión. Es decir, Bolivia es una Estado laico.
La procesión de Viernes Santo de La Paz fue declarada Patrimonio Intangible Espiritual de Bolivia a través de dicha ley del 10 de noviembre de 2023, como expresión espiritual y celebración religiosa que congrega a la población católica, revalorizando las prácticas, técnicas y conocimientos tradicionales.
En su artículo 4, establece que el Órgano Ejecutivo podrá disponer que las bandas del Ejército, la Policía Boliviana y los escoltas especiales acompañen la procesión del Santo Sepulcro del Viernes Santo y las imágenes del Señor del Santo Sepulcro, Jesús con la Cruz a Cuestas (Señor de las Caídas), la Dolorosa, el Señor de la Sentencia y Cristo Crucificado, dándole el realce necesario a la celebración, para lo cual se emitirán las respectivas Ordenes de Guarniciones Militares y Policiales.
Prudencio afirmó que la promulgación de la Ley 1538 contraviene a la ley mayor de la CPE. “El artículo cuarto de la CPE es muy claro (…). Ésa es una clara contradicción”, dijo en Piedra, Papel y Tinta.
En su criterio, la ley responde a una “gestión política de la Iglesia” Católica que busca recuperar espacio que el Estado había puesto en equidad con otras alternativas de credo y religión.
Premio Platino al Cine y Educación en Valores con Mejor Música Original, Prudencio afirmó que la preservación de la procesión de Semana Santa en La Paz como patrimonio «no puede comprometer» personal, infraestructura e instituciones del Estado, sino que esa logística le corresponde a la Iglesia Católica.
Explicó que la Ley 530, de Patrimonio Cultural, reconoce cualquier manifestación material o inmaterial de carácter paleontológico, tecnológico, arquitectónico y eclesiástico que, por su naturaleza, tenga un sentido de identidad para pueblos, segmentos y comunidades urbanas.
Según Prudencio, la Ley 1538 debió ser inscrita en la categoría de patrimonio eclesiástico, que —en su criterio— segmentaría y limitaría la significación de la declaratoria y, además, no involucraría al Estado.
Sin embargo, admitió que la Ley de Patrimonio Cultural no cuenta con un reglamento. “El problema de la declaratoria emerge de esa debilidad de la legislación”.
Aseguró que, si bien la Iglesia Católica representa a un segmento de la población, la contradicción a la CPE se encuentra en que obliga la participación de las fuerzas del orden, que son instituciones fundamentales del Estado.
“Una cosa es que el Estado reconozca que existe un segmento católico, pero de ahí a comprometer la participación de fuerzas y presupuesto municipal, es un paso que contraviene el artículo cuarto de la CPE”, reclamó.
Cuestionó que la Asamblea Legislativa haya aprobado la ley de patrimonio de la procesión de Semana Santa con “tanta prontitud”, cuando la Ley del Cine esperó varios años para su consideración, tratamiento y, final, aprobación.
“Que se vuelva a poner la Ley del Cine en agenda legislativa por la importancia que tiene para el país”, reclamó.
Creador y directos de Orquesta Experimental de Instrumentos Nativos de El Alto, Prudencio espera que la Asamblea Legislativa le dé al país pronto una ley del cine boliviano, “por lo tanto que el cine le ha dado históricamente a Bolivia”.
En su defensa, Velasco, impulsora de la Ley 1538, defendió el Patrimonio Cultural con el argumento de que «los bolivianos son católicos».
“Los bolivianos somos católicos, profesamos el catolicismo, por eso impulsé la Semana Santa como patrimonio”, justificó.
Aclaró que, si bien la CPE es clara al disponer la libertar de religión, el Estado no determina la religión oficial. “Se lo hace como una manifestación cultural de la población paceña. Es una expresión espiritual para revalorizar las prácticas”.
Respecto del artículo que determina la participación de las Fuerzas Armadas y la Policía, aseguró que, evidentemente, se podrá disponer de las guarniciones militares y policiales. “Los militares, como ciudadanos, también son católicos. (Los policías) son muy devotos de la Virgen de Copacabana, son arraigadas sus tradiciones”, consideró.
En discrepancia, Prudencio lamentó que la ley permita y ponga a disposición los servicios las fuerzas del orden para la fiesta religiosa. Le pidió a la senadora Velasco interesarse y promover la Ley del Cine en ambas cámaras de la Asamblea Legislativa.
“Le pido a la senadora Velasco que se haga vocera del cine boliviano”, dijo el compositor de decenas de obras y varias bandas sonoras del cine boliviano, como Utama, La nación clandestina o Para recibir el canto de los pájaros, para la obra teatral Las troyanas de Eurípide.
Reclamó el abandono del cine en los poderes del Estado y llamó a las altas autoridades a tratar la ley sobre el séptimo arte en el país. “La ley se ve postergada porque está fuera del interés de las legisladores y legisladores”.
¿Qué tenemos que hacer los cineastas?, ¿pararnos en la plaza Murillo para que los legisladores nos atiendan?, preguntó.
Por su parte, el exsecretario de la Vicepresidencia del Estado Héctor Ramírez consideró que la inmersión de las fuerzas del orden en la procesión “es un retroceso” y abre una brecha para que el Estado deje ser laico.
Lamentó que «la sociedad se (haya) vuelto más conservadora en este tiempo» y que ello es fruto de que el Estado no promovió su laicismo. “Se está dando un paso atrás, lamentablemente, desde el Estado porque no se ha promovido el Estado laico”, finalizó.
En las celebraciones de Semana Santa en La Paz está prevista la participación de las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana, a 15 años de su última intervención.
