Es un oasis en el desierto que forma parte de la extensión del parque nacional W en el norte de Benín. El área protegida es parte del Complejo W-Arly-Pendjari (WAP), distribuida en un área de un total de 50.000 kilómetros cuadrados en el zona fronteriza de Benín, Burkina Faso y Níger. Es la reserva natural más grande de África Occidental, con leones, guepardos y antílopes y hace unos años era un popular destino turístico. Benín llegó a contabilizar 6.000 visitantes anuales llegados de todo el mundo. Pero esta tendencia se ha detenido abruptamente por tiempo indefinido. Los parques nacionales se cerraron hace ya dos años y nadie sabe cuándo se reabrirán. La razón son los grupos de terroristas islamistas que utilizan los bosques como bases de su actividad.
Sor Collina’, la monja que ejercía de enlace entre los presos y la mafia calabresa: «Ella es una de los nuestros»
Anna Donelli, una religiosa de 57 años, premiada por su labor social en prisiones de Milán y Brescia,…