En Bruselas, cinco mahometanas de origen marroquí golpean salvajemente a una compañera de clase de 13 años al grito de «vuelve a tu país, sucia judía».
Según el diario Arutz Sheva, Oceane Sluijzer de 13 años de edad, ha sido víctima de una violenta agresión por parte de cinco de sus compañeras de clase. El hecho se ha producido en Bruselas, capital de Bélgica y la Unión Europea, que cuenta con un 25% de población mahometana.
Es sorprendente que unas inmigrantes sugieran a golpes a una niña extranjera que regrese a su país; es repugnante e ilustrativo que esas súbditas del sultán marroquí la definan como “sucia judía”; pero sobre todo, lo realmente grave es el silencio ominoso de los políticos y medios de información belgas sobre el caso, aunque el Ministro de Educación de la comunidad francófona ha manifestado: “Introduciré en los colegios adecuados programas educativos que eviten tensiones injustificadas entre comunidades”.
La comunidad hebrea, ante los continuos actos de hostigamiento que sufre, ha exigido a las autoridades del país que adopte las medidas necesarias para su protección; sin embargo, el desatado ambiente multicultural reinante no presagia un futuro muy halagüeño para los 40.000 judíos belgas que, posiblemente, recuerdan la escasa gallardía y misericordia con la que actuaron las potencias europeas respecto a los judíos huidos de Alemania antes de la Shoa. Ahora, ya en el siglo XXI regresan los mismos silencios, las mismas complicidades y los viejos y estúpidos mitos antisemitas resucitados por individuos de casposas barbas y luengas chilabas.
Unas colegialas, menores de edad, han golpeado y vejado a una compañera de clase a la que han calificado como “sucia judía”… ¿por qué? Tal vez, porque sus progenitores las han ilustrado en una “ religión de paz “que impone a sus seguidores:
“¡Creyentes! ¡No toméis como amigos a los judíos ni a los cristianos! Son amigos unos de otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Alá no guía al pueblo impío”. (Corán, 6:51)
“Cuando le llegó al Mensajero de Alá la cercanía de la muerte empezó a echarse una mantilla sobre el rostro, y cuando se sofocaba se la quitaba y decía: ‘Que la maldición de Alá caiga sobre los judíos y cristianos’(..)” (Al-Bujari, 276)
“¡Creyentes! No toméis como amigos a vuestros padres ni a vuestros hermanos si prefieren la incredulidad a la fe. Y cualquiera de vosotros que les considere amigos, será un impío”.( Corán, 9:23)
“¡Combatid contra quienes, habiendo recibido el Corán, no crean en Alá (…) ni practican la religión verdadera, hasta que, humillados paguen el tributo”. (Corán,10:29)
El Ministro de Educación francófono no necesita introducir en el sistema educativo “adecuados programas que eviten tensiones injustificadas entre comunidades”, simplemente, debe prohibir la libre circulación de zafios libelos que incitan al crimen como el Corán o Mi Lucha.
