Hasta 20.000 efectivos de cuerpos de seguridad españoles y del Vaticano velarán por Benedicto XVI y las autoridades
A cuatro días de la llegada del Papa a Barcelona, los habitantes de la capital catalana empezaron ayer a comprobar in situ las molestias que les esperan: cortes de carretera, accesos restringidos y movilidad reducida, especialmente en el entorno de la Sagrada Familia, epicentro de la visita papal. Y es que el sábado y el domingo, Barcelona se convertirá en una pequeña ciudad estado, blindada por miles de agentes (hay fuentes que hablan de hasta 20.000) de la Guardia Civil, Mossos d'Esquadra, Policía Nacional, Guardia Urbana de Barcelona, Policía Local del Prat, bomberos, miembros del Sistema de Emergencias Médicas, Guardia Vaticana y Ejército español.
La visita de Joseph Ratzinger, en tanto que jefe de un Estado y a la vez líder religioso con una gran capacidad de convocatoria y potencial objetivo terrorista, obliga a poner en marcha uno de los mayores dispositivos que se recuerdan en la Ciudad Condal, solo comparable con los Juegos Olímpicos de 1992 o la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se celebró en el año 2002.
Pero en este caso no solo son las autoridades que se desplazarán a la capital catalana (Familia Real, presidente del Gobierno, ministros y dirigentes locales y autonómicos) sino también las miles de personas que viajarán a Barcelona. Esta circunstancia obliga a coordinar diferentes cuerpos policiales, porque las cifras son de vértigo: ocho personas rodean en todo momento al Santo Padre en el Papamóvil, que va escoltado por 24 coches que circularán por un recorrido acordonado por un policía cada diez metros.
A grandes rasgos, los miembros de la Casa Real velarán por la seguridad de la Familia Real, la Policía Vaticana custodiará al Papa, la Policía Nacional se encargará de la seguridad de los edificios donde se lleven a cabo los actos oficiales, la Guardia Civil asumirá la seguridad en el Aeropuerto de Barcelona y velará por las autoridades y la Guardia Urbana controlará el tráfico. Por su parte, unos 3.000 Mossos d'Esquadra coordinarán la seguridad externa, el orden público, el recorrido papal y la protección del itinerario. Tendrán un ojo puesto en el Papamóvil y otro en los miles de ciudadanos que han anunciado que aprovecharán la visita papal para mostrar su defensa de un estado laico.
No hay alertas
«No estamos preocupados por que haya ningún problema, aunque haya personas que manifiesten su rechazo a la visita papal», expresaron ayer fuentes de la Consejería catalana de Interior. Los responsables de la seguridad de Cataluña señalaron que no tienen ningún dato que les haga estar más alerta de lo que están en todo momento en relación a la delincuencia internacional. «Los aeropuertos no están en ninguna situación especial, ni nuestras comunicaciones», señalaron.
Los primeros actos de protesta tendrán lugar hoy. El colectivo 'Yo no te espero' se manifestará en la plaza Sant Jaume para defender «la laicidad, un conjunto de valores que comprende la libertad de conciencia, la autonomía del individuo, la separación entre el Estado y las iglesias de cualquier signo y la búsqueda de la justicia y del bien común de toda la ciudadanía». «La laicidad es un marco de relación que permite a los seres humanos vivir en una sociedad más justa basada en el respeto y la convivencia pacífica, por lo que constituye uno de los principios fundamentales de todas las sociedades democráticas modernas», señala su manifiesto.
Hay convocadas otras dos manifestaciones para el sábado (CGT) y el domingo. Esta última, organizada por el Colectivo de Mujeres Feministas, es la que más preocupa a las autoridades policiales, que sospechan que participaron los altercados acaecidos durante la pasada huelga general puedan actuar.
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