La presidenta propone que la interrupción del embarazo, actualmente prohibida en todos los supuestos, sea posible si hay riesgo para la vida de la madre, el feto es inviable o por violación
Dos meses después de haber asumido la presidencia de Chile, la socialista Michelle Bachelet comienza a cumplir parte de lo que prometió. Prometió una reforma tributaria que permitiera financiar la reforma de la educación y la semana pasada fue aprobada en el Parlamento. Prometió emprender la lucha por una educación de calidad y gratuita y el martes pasado firmó el proyecto de ley. Prometió despenalizar la interrupción del embarazo en casos de riesgo para la vida de la madre, inviabilidad del feto o violación. Y este miércoles, en el discurso de rendición de cuentas ante el Congreso, Michelle Bachelet anunció su proyecto de ley.
“Chile debe enfrentar en una discusión madura, informada y propositiva esta realidad (el aborto), debatiendo en el Parlamento un proyecto de ley que despenalice la interrupción voluntaria del embarazo en casos de riesgo de vida de la madre, violación e inviabilidad del feto”, señaló la presidenta. “Cada aborto en el país es una señal de que como sociedad hemos llegado tarde, porque la prevención no tuvo los resultados deseados”, añadió.
Chile es uno de los cinco países de América –los otros son El Salvador, Honduras, República Dominicana y Nicaragua– donde el aborto está totalmente prohibido. En 2012, durante el mandato de Sebastián Piñera el Senado rechazó la posibilidad de debatir sobre el tema. En Chile, el 67% de la población se considera católica y no está permitido el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Por eso, las reacciones en contra no tardaron en llegar. Una de las primeras críticas provino precisamente de Sebastián Piñera, quien publicó en Twitter : “Debemos proteger la vida y dignidad de todos los niños que están por nacer. No tenemos derecho a decidir quién vive y quién muere”. Bachelet espera que Nueva Mayoría, la coalición de gobierno que la llevó al poder y que abarca desde democristianos hasta comunistas, apruebe ésta y otras iniciativas presentadas este miércoles.
Cada 21 de mayo, cuando apenas llevan dos meses como presidentes, los mandatarios chilenos pronuncian un discurso de rendición de cuentas ante el Congreso. En él desglosan el estado de las promesas cumplidas hasta el momento y la agenda futura. Bachelet dedicó a la educación y economía la mayor parte de las dos horas que empleó.
Además del anuncio sobre la despenalización del aborto, Bachelet presentó un proyecto de ley para proteger glaciares y su entorno, medida que fue muy celebrada por Greenpeace, ya que esta organización emprendió una campaña para preservar los 24.114 glaciares de Chile frente a la amenaza de las explotaciones mineras.
Bachelet volvió a hacer un llamamiento al diálogo, algo en lo que suele insistir desde que ganó las elecciones. “En el debate de esta y de otras reformas debemos ser capaces de abordar nuestras diferencias con respeto, sin caer en caricaturas ni desinformando a los ciudadanos sobre los reales efectos de las medidas que estamos planteando”, indicó.
Fuera del Congreso de Valparaíso, jóvenes universitarios y de enseñanza secundaria marcharon por las calles de la ciudad para protestar contra la reforma educativa anunciada esta semana por el Ejecutivo, a la que consideran insuficiente en su intento de asegurar un acceso gratuito e igualitario. La manifestación, que comenzó al mismo tiempo que Bachelet iniciaba su exposición, fue convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y también por pobladores afectados por el incendio que semanas atrás arrasó varios cerros de Valparaíso.
La presidenta del Senado chileno y Michelle Bachelet. / E. Fernandez (REUTERS)
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