El canciller conservador de Austria, Sebastian Kurz, anunció el viernes que su país expulsará a varios imanes financiados desde fondos extranjeros y cerrará siete mezquitas para luchar contra el «Islam político». Según precisó el ministro del Interior, Herbert Kickl, hasta 60 imanes relacionados con Turquía y sus familias, unas 150 personas en total, podrían ser expulsadas.
Kurz explicó que la decisión llega tras una investigación realizada por la autoridad de asuntos religiosos a raíz de imágenes difundidas a principios de año de niños vestidos de soldados recreando una emblemática batalla otomana de la primera guerra mundial en mezquitas respaldadas por Turquía.
Estas declaraciones se producen un día después de que Kurz llamara desde Múnich a proteger las fronteras externas de la Unión Europea (UE) para garantizar la libre circulación entre los estados miembros y aludió a la urgencia de trasladar la ayuda a los solicitantes de asilo a las puertas de Europa.
En un discurso ante los asistentes a la reunión del grupo del Partido Popular Europeo (PPE) en la capital bávara, Kurz declaró que «tiene que ser posible poder ayudar a las personas en las fronteras externas y devolverlas después de inmediato a países de tránsito o de origen y si eso no es posible, a zonas seguras fuera de la UE».
Para el canciller, «la inmigración incontrolada a la UE y la protección nula de las fronteras exteriores es el principio del fin de la Europa sin fronteras interiores».
«Solo si logramos proteger conjuntamente las fronteras externas podrá seguir siendo una realidad una Europea sin fronteras interiores», advirtió.