En relación a la campaña del ciudadano Héctor Sánchez sobre la propuesta de retirar la simbología religiosa de las aulas de su instituto en el municipio de Dos Torres (Córdoba), desde AVALL queremos expresar nuestro rotundo apoyo a dicha causa.
En los espacios públicos, precisamente por ser un espacio de convivencia de múltiples creencias y convicciones, se debería respetar una escrupulosa neutralidad en cuanto a la simbología religiosa.
Héctor Sánchez lleva varios años denunciando la presencia de símbolos religiosos en las aulas, así como la presencia del obispo de Córdoba en centros educativos cordobeses, interrumpiendo el horario escolar, y reuniendo varias aulas para difundir su ideario católico particular.
Queremos resaltar el incumplimiento de la ley, tanto de la normativa estatal como la autonómica, en lo que se refiere a la igualdad ante la ley de todas las personas y la prohibición, entre otros aspectos, de cualquier discriminación por razón de la religión.
En una sociedad como la actual con una gran multitud de creencias y convicciones, flaco favor se hace a la convivencia, cuando se recurre a unos anacrónicos privilegios, para tratar de imponer al resto de personas, una determinada simbología religiosa particular, en este caso, la católica.
Un estado laico, una enseñanza laica, supone un pacto entre todas las personas, religiosas o no, para poder convivir más allá de las evidentes diferencias. Una laicidad que nos permitiría dotarnos de unas normas de convivencia basadas en el sentido común y en principios razonables aceptados por toda LA CIUDADANÍA, para evitar la imposición al resto de la sociedad, de una determinada forma de vida basada en creencias particulares.
La campaña de Héctor contra los privilegios de las confesiones religiosas y contra la imposición al resto del alumnado de unas ideas particulares, es un claro ejemplo de lucha por la libertad de conciencia, merece ser apoyada, y así lo ratificamos en AVALL.