Un congreso multitudinario reunió a ateos de todo el mundo. El evento analizó los efectos negativos de la religión en la sociedad, y contó con la presencia de destacados ateos, como el escritor Richard Dawkins. La «Convención Global del ateísmo» desarrolló diferentes conferencias y foros en los que se subrayaron las virtudes propias y se atacó al «error religioso».
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Los asistentes discutieron sobre el Islam y el terrorismo en una sesión titulada «El costo de la vana ilusión» y escucharán sobre una propuesta para realizar una película que expondrá la cantidad de dinero que los contribuyentes gastan en el subsidio de religiones.
También se leyó un comunicado dirigido a los políticos del mundo, en el que se aborda lo que ellos consideran «los efectos negativos de la religión en la sociedad».
Los organizadores del encuentro se mostraron satisfechos con su poder de convocatoria. Se habían escogido otros locales más pequeños dentro del Centro de Convenciones de Melbourne para realizar el evento, pero en enero se acabaron las 2.500 entradas que inicialmente salieron a la venta.
Una de las sesiones intentó analizar el «fundamentalismo ateo». En ella, se instó a los participantes a que eviten «el fervor de los misioneros» en su anhelo por promover su mensaje no religioso al mundo. Una conferencia curiosa para este punto de reunión de reconocidos ateos militantes.
Porque a pesar de su insistencia, los ateos podrían enfrentar una carrera cuesta arriba. En el mismo lugar del congreso, a finales de diciembre, se realizó el Parlamento Mundial de Religiones, que congregó al triple de delegados que los presentes en el evento ateo del pasado fin de semana.
