Durante 2020 hubo al menos 50 actos de enaltecimiento del franquismo en distintos puntos del país, sin que sus organizadores enfrentasen trabas de ningún tipo. El próximo domingo 28 está convocado un mitin para celebrar la caída de Madrid en manos de los sublevados, algo impensable en otros países europeos.
El autobús franquista vuelve a ponerse en marcha. El próximo día 28, el Movimiento Católico Español (MCE) hará un tour por Madrid para celebrar su «liberación», término empleado por este grupo ultraderechista para referirse a la caída de la capital en manos de la dictadura. Este nuevo acto de apología de los crímenes del franquismo correrá la misma suerte que los otros 50 que se celebraron en 2020: no habrá ninguna actuación del Estado para impedir una nueva afrenta a las víctimas del franquismo.
«13.00: Acto de exaltación nacional en el Arco de la Victoria. Poesías, himnos, banderas y discursos«, dice la convocatoria lanzada por el MCE de cara al día 28. También figura una misa en el Valle de los Caídos a las 11.00 y, para rematar, se concentrarán ante el panteón donde están los restos del dictador Francisco Franco en el cementerio de Mingorrubio.
Fuentes de la Delegación de Gobierno en Madrid han confirmado a Público que los organizadores han presentado la comunicación oficial de los actos públicos, aunque lo han hecho con trampa: en el expediente presentado indican que será una protesta «contra la ley de memoria histórica», mientras que en los carteles dejan claro que se tratará de una jornada para conmemorar el «Día de la Victoria» y la «liberación de Madrid».
La comunicación registrada por los convocantes indica además que se prevé que participen unas 50 personas y que se cumplirán las medidas sanitarias vigentes. Este periódico hizo llegar a la Delegación de Gobierno los materiales colgados en internet por el MCE para publicitar dicho acto, en los que aparecen banderas franquistas y se especifican los verdaderos motivos del evento, que implicará una nueva apología de la dictadura.
De momento, las autoridades solo se limitarán a fijar «los operativos de seguridad acordes» al acto comunicado, y nada más. De esta manera, el MCE podrá volver a celebrar un acto de enaltecimiento del golpe de estado y de la dictadura en plena calle, con abundante simbología del franquismo.
«A veces las delegaciones de gobierno favorecen o tienen más facilidad para legalizar actos fascistas que antifascistas», afirma Emilio Silva, portavoz de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). «Nadie lo entendería en el caso del terrorismo, donde sí hay una persecución de quienes lo reivindican. Aquí, en cambio, nos saltamos todo: aún tenemos títulos nobiliarios a grandes criminales de guerra, torturadores condecorados o el colmo de la apología, que es la Fundación Francisco Franco, todavía consentida», sostiene. A su juicio, se trata de «un ejercicio de doble moral».
En efecto, en la hemeroteca de Euskadi existe un amplio listado de manifestaciones que fueron prohibidas porque se consideraba que podrían incurrir en actos de enaltecimiento del terrorismo, algo perseguido en el Código Penal. En Navarra, la Delegación de Gobierno llegó a impedir en septiembre de 2018 que se celebrase un acto en recuerdo a los cinco últimos fusilados por el franquismo que había organizado una asociación de memoria histórica.
Ese mismo año, Julen Ibarrola, un joven de la localidad alavesa de Amurrio, ingresó en prisión acusado de haber dibujado el símbolo de ETA con un rotulador en la pared de una vivienda en Lesaka (Navarra) junto a la siguiente frase: «Estamos orgullosos de vuestra lucha, viva vosotros, el pueblo está con vosotros».
Diferentes criterios
Según coinciden en señalar distintos juristas, la elaboración de un cartel en el que apareciese el anagrama de ETA provocaría la inmediata suspensión de la manifestación, algo que no ocurre si en su lugar hay banderas franquistas. «El terrorismo de Estado no está reconocido en nuestra legislación y las víctimas de la dictadura no tienen protección jurídica alguna, a diferencia de lo que acontece con las víctimas del terrorismo que no solo tienen una ley integral sino que también tienen la protección penal recogida entre otros en el artículo 578 del Código Penal», afirma el abogado Jacinto Lara, quien representa a las víctimas del franquismo en la querella impulsada en Argentina.
La jueza Garbiñe Biurrun, presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, habla precisamente de ese inmenso agravio comparativo. «No es lo mismo una organización terrorista que un Estado criminal, ni siquiera en el volumen, cantidad y cualidad de los crímenes: es muchísimo más grave un Estado criminal que una organización terrorista, y no porque a mí no me haya parecido mal el terrorismo de ETA, que me merece todos los calificativos que se le puedan poner», señala.
En tal sentido, la magistrada subraya que «el enaltecimiento del terrorismo no exige expresamente que se incite a la violencia, sino que se enaltezca o justifiquen los delitos o sus autores, o se menosprecie o humille a las víctimas», algo que «no existe en absoluto con relación al franquismo». «Estamos hablando de un tratamiento absolutamente desigual de unos actos y otros», apunta.
«Cueste lo que cueste»
Solo durante 2020 –un año especialmente marcado por la pandemia y las restricciones en materia de concentraciones públicas– hubo al menos 50 actos de enaltecimiento franquista en España, desde misas en memoria del dictador hasta concentraciones en la calle o frente a símbolos que aún perviven de la dictadura en distintos puntos del país. En varios casos, los mítines buscaban realzar las «liberaciones» de ciudades al caer en manos de las tropas franquistas, unos hechos que estuvieron seguidos de persecuciones y matanzas.
En esos actos no faltaron las declaraciones de apoyo y lealtad al régimen, e incluso augurios de «lucha» franquista en plena democracia. «En tiempos de persecución y mordaza, de confinamiento y prohibiciones, cuando el totalitarismo se vuelve más intenso, nosotros continuaremos la lucha en estos lugares o donde la vida nos sitúe, sea en la cárcel o al pie de una fosa para ser fusilados, con la confianza en Cristo Rey que conduce la lucha hasta la victoria final», afirmó en un acto celebrado en septiembre pasado en Belchite el líder del MCE, José Luis Corral.
Un mes después, ese mismo dirigente franquista aprovechó un mitin celebrado frente al Arco de la Victoria –el mismo lugar donde prevén concentrarse el día 28– para llamar a «hacer frente al desafío» que a su juicio «presentan las fuerzas del mal», contra las cuales invitó a «luchar con fe y esperanza, con ilusión y coraje, cueste lo que cueste». «No importa el número ni el éxito momentáneo, sino vivir ese fuego de nuestros ideales que ha de prender en toda tierra, como Cristo nos enseña que ha venido a prender fuego a la tierra y no espera sino que arda», agregó.
«Es increíble que en España se puedan hacer todo este tipo de actos. Tenemos además muchos monumentos como ese arco en Madrid que conmemora la entrada franquista», advierte Mirta Núñez Díaz-Balart, historiadora y profesora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). En tal sentido, destaca que el acto que los franquistas celebrarán el día 28 será para conmemorar «el asedio a una ciudad que fue bombardeada en forma inmisericorde por parte de los golpistas con ayuda de sus aliados». «Lo que se conmemora es el inicio de la venganza«, denunció.
El proyecto de ley de memoria democrática que impulsa el Gobierno introducirá un régimen sancionador para quienes exalten la dictadura franquista, al tiempo que prevé ilegalizar la Fundación Francisco Franco. De momento, los adoradores del franquismo no encuentran trabas de ningún tipo para realizar actos como el convocado por el MCE para reivindicar la caída de Madrid en manos de los franquistas.
«Actualmente no existe sanción similar para el enaltecimiento del franquismo como la que se contempla en el artículo 578 del Código Penal respecto al enaltecimiento del terrorismo», subraya Biurrun. Por su parte, el politólogo e investigador de la UCM David Lerín destaca que en España «están permitidos los homenajes, lemas y banderas salvo que se pueda demostrar que hay un delito de odio».
Alemania lo prohíbe
Lerín destaca que España se sitúa así por detrás de sus socios europeos, principalmente de aquellos que también sufrieron en el pasado reciente oleadas de crímenes cometidos por dictaduras. «En Italia, Francia, Alemania y Austria está prohibido este tipo de apología al fascismo«, afirma. El caso más claro es Alemania, donde «se persigue sacar una bandera nazi o el saludo con el brazo en alto». «En Francia, mostrar un uniforme o emblema está prohibido, y en Italia se prohíbe la apología del fascismo», añade Lerín.
«En Alemania el señor Corral habría pasado ya por prisión», afirma Emilio Silva en relación al organizador del acto de exaltación franquista que tendrá lugar el día 28. Más al norte, en Noruega, también tendría problemas: allí se persigue la exhibición de símbolos nazis. En España, la bandera franquista y la exaltación de los crímenes cometidos en su nombre no encuentran trabas de ningún tipo.