El 8 de agosto se realizó en Bogotá el sexto concierto de música cristiana carismática con dineros públicos. El primero realizado desde que el pasado 8 de marzo fuera establecido por el Concejo de Bogotá para celebrarse cada año.
El concierto tuvo la presencia de un grupo de ateos que se acercaron a pedir laicismo. En medio de miradas de perplejidad muchos cristianos y transeúntes vieron como se desplegó un cartel que decía: «Con dineros públicos nada de: imágenes religiosas, misas, templos, conciertos góspel, clases de religión y visitas papales»
«Jesús los ama» fue la frase que más se escuchó, como si la protesta fuera porque nos faltase amor. O como si el amor de Jesús justificase que se destinaran dineros públicos a canciones para alabar a Jesús en la plaza pública. Uno de los cristianos se acercó y decidió orar por nosotros. Algunos asistentes se acercaron a preguntar. «¿Qué es eso de Estado laico?» Era la primera vez que escuchaban el término. Otros pocos transeúntes manifestaron su apoyo, «likes» con pulgares reales. Y no faltó el turista extranjero que se escandalizó al saber que se destinaban dineros públicos «para cosas que pueden hacer en sus templos y con sus propios recursos. ¿Me están diciendo qué en este país destinan dineros públicos para cantarle a Jesús en la calle?» Dijo asombrado un turista europeo que se visitaba por primera vez Colombia.
¿Cómo se llegó a esto?
El formulario de inscripción al góspel del 2011 pedía a las bandas indicar la iglesia a la que pertenecía. El del 2015 a la «comunidad góspel» No obstante sus impulsores dicen que no es un evento de carácter religioso sino cultural.
Los conciertos góspel con dineros públicos son una iniciativa de los políticos venidos de las iglesias pentecostales y carismáticas, usualmente también pastores, que se ha extendido por toda Colombia.
En el caso de Bogotá la iniciativa vino de la mano de la pastora de la Misión Carismática Internacional Clara Lucía Sandoval, llegada a concejal de la ciudad. Ella hizo pasar el evento como cultural, aduciendo que así como hay rock y salsa al parque puede haber góspel.
Durante la tramitación se impidió a propósito la participación de los defensores de la laicidad. En esto fue clave el pastor Marco Fidel Ramírez quien presidió la sesión en la que se debatió el proyecto en primera instancia el 6 de diciembre de 2014. Tal como se tiene registrado en vídeo.
El mismo mudus operandi, de hacerlo pasar como cultural, pero al realizarse son los pastores los que seleccionan las bandas musicales, es lo que está ocurriendo en otras ciudades del país.
¿Qué diferencia hay entre este festival y otros como Rock al parque, que también reciben dineros públicos?
Si, la sentencia C-350 de 1994 así lo determina. La sentencia C- 766 indica que no es función del Estado hacer actividades públicas religiosas, ni siquiera si estas son de la religión mayoritaria, y que si se fuera dar un trato igualitario a todas las religiones sería algo sumamente impráctico. Por lo tanto, la no realización de eventos de naturaleza religiosa es lo más acorde a un Estado laico y plural.