UN Watch se hizo eco ayer de la indumentaria usada por cuatro ministras del gobierno de Suecia en su visita a Irán el pasado fin de semana, acompañando al primer ministro sueco, Stefan Löfven.
Presumen de feministas y de igualdad…
La web del Gobierno de Suecia afirma: “Suecia tiene el primer gobierno feminista del mundo. Esto significa que la igualdad de género es fundamental para las prioridades del Gobierno – en la toma de decisiones y la asignación de recursos. Un gobierno feminista asegura que la perspectiva de igualdad de género se inserte en la formulación de políticas en un amplio frente, tanto a nivel nacional como internacional. Las mujeres y los hombres deben tener el mismo poder para moldear la sociedad y sus propias vidas. Este es un derecho humano y una cuestión de democracia y justicia. La igualdad de género es también parte de la solución a los retos de la sociedad y, por supuesto, de un estado de bienestar moderno, para la justicia y el desarrollo económico.”
… pero se pliegan a las misóginas imposiciones de la dictadura iraní
Sin embargo, todas las mujeres que formaban parte de la comitiva, entre ellas cuatro ministras, se cubrieron voluntariamente sus cabezas con velos en su reunión con el presidente iraní Hassan Rouhani, siguiendo así los dictados islámicos que obligan a la mujer a llevar el cabello cubierto. Hay que recordar que en Irán hay una policía religiosa que se dedica a vigilar que las mujeres no vayan descubiertas. La paradoja es que la web del gobierno sueco tiene una sección titulada “Política exterior feminista”, en la que se afirma lo siguiente:
“La igualdad entre mujeres y hombres es un objetivo fundamental de la política exterior sueca.Garantizar que las mujeres y las niñas puedan disfrutar sus derechos humanos fundamentales es una obligación en el marco de nuestros compromisos internacionales y el requisito previo para alcanzar los objetivos más amplios de la política exterior de Suecia en materia de paz y seguridad y desarrollo sostenible.”
Pero a la hora de la verdad, lo que hacen es plegarse a una política claramente discriminatoria para la mujer, impuesta por una dictadura islámica: