“EEUU nos ha comunicado que no pretende cambiar el “sistema””, anunciaba el ministro de Asuntos Exteriores de la Teocracia Islámica (TI) Hosein Amir Abdolahian con entusiasmo contenido, en medio de la masacre a los manifestantes pacíficos iraníes (al menos 320 en 50 días, de ellos 46 menores). Esta posición también ha sido proclamada a los cuatro vientos por el Gobierno de Biden: “EEUU no busca el cambio de régimen de Irán”, dice Antony Blinken, Secretario de Estado, echando por tierra a las teorías de la “Revolución Naranja made in USA en Irán”. Y, Robert Malley, enviado especial de EEUU para Irán, disipa cualquier duda al respecto: “Solo pedimos a la República Islámica respetar los derechos fundamentales de los iraníes”, le ruega desesperado: no quiere más dolores de cabeza para los demócratas, con un pie fuera del poder.
“¿Una solución laica para el conflicto palestino-israelí?” · por Federica Spotorno
Nada es tan sencillo como parece. Waleed Saleh Alkhalifa afirma que Israel es el Segundo Estado basado en…