«Deportación masiva, no»: El presidente de la CEE pide «caridad» ante la crisis migratoria
«Queremos unificar criterios y poder ofrecer un servicio centralizado desde la Conferencia Episcopal y la Confederación de Religiosos y Religiosas», explica el presidente de la Conferencia Episcopal Española
La novedad de este momento, según ha precisado, es ofrecer un ‘servicio de coordinación’ y de este modo asegurar «que ninguna víctima pueda decir ‘no he sido escuchada'»
Por otro lado, hace un llamamiento a «un ejercicio de caridad» concreta hacia los migrantes, porque la respuesta a las personas que llegan «no puede ser otra» que la de «acogida», así como de «caridad política»
También se ha pronunciado sobre la violencia de género, la educación sexual en las aulas el asunto de Belorado y las macrobodas
El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, ha avanzado que el órgano que coordinará la respuesta integral a las víctimas de abusos, en el marco del Plan de Reparación Integral a las Víctimas de Abusos sexuales a menores y personas vulnerables equiparadas en derecho (PRIVA), aprobado el pasado mes de julio, echará a andar este mes de septiembre.
«Queremos unificar criterios y poder ofrecer un servicio centralizado desde la Conferencia Episcopal y la Confederación de Religiosos y Religiosas que pueda ayudar a congregaciones pequeñas, a diócesis pequeñas o a situaciones donde se pueda producir un bloqueo en la relación entre las víctimas y estas instituciones para poder ofrecer desde aquí este servicio. Acabamos en estas horas de haber visto un reglamento de actuación y será en este mes de septiembre cuando este grupo de trabajo se ponga en marcha», ha asegurado Argüello en una entrevista concedida a Europa Press.
La novedad de este momento, según ha precisado, es ofrecer un «servicio de coordinación y la posibilidad de que víctimas que no se han podido sentir escuchadas o acogidas en las instituciones que tienen la responsabilidad segunda, puesto que la responsabilidad primera es de los victimarios», reciban esa acogida y escucha, y asegurar «que ninguna víctima pueda decir ‘no he sido escuchada'».
En todo caso, el arzobispo ha aclarado que ya antes de la aprobación del plan, en la Iglesia, las diócesis y las congregaciones religiosas «se ha escuchado a muchas víctimas y se han puesto en marcha procesos de reparación también con indemnizaciones económicas», aunque ha precisado que no lo puede «cuantificar porque forma parte de una realidad de 70 diócesis y de centenares de congregaciones religiosas».
«No es ahora cuando la Iglesia empieza a acoger a víctimas, ni es ahora cuando se producen los primeros pasos de reparación desde la escucha, desde la atención psicológica, desde el sufragar los gastos que estas atenciones han podido significar y tampoco comienzan ahora las indemnizaciones económicas», ha matizado.
Caridad y acogida de los migrantes
Por otro lado, el presidente de la CEE ha pedido «caridad» ante la crisis migratoria y se ha mostrado contrario a las «deportaciones masivas».
«Deportación masiva, no. Pero ciertamente, una vez que las personas se han acogido, no es lo mismo la situación de menores de edad que de adultos, si se conoce de qué país vienen, que si no se conocen, pero eso es lo que debe de estar en la regulación de los procesos; es decir, que la posibilidad de que un Estado devuelva a personas que han llegado, después de haberles acogido en su dignidad, pero que les plantee la posibilidad ante una llegada irregular de regularizar su situación y para eso tener que volver a su país de origen, eso es legítimo», ha opinado.
Argüello ha pedido poner en relación tres aspectos: las causas por las que los migrantes salen de su país, la situación de crisis demográfica en los países de acogida y de necesidad de mano de obra, y el problema de las mafias y las «circunstancias terribles, dramáticas de los viajes».
Ante esta situación, Argüello ha indicado que la Iglesia hace un llamamiento a «un ejercicio de caridad» concreta, porque la respuesta a las personas que llegan «no puede ser otra» que la de «acogida», así como de «caridad política».
«La caridad política ya no es solo la acogida de un inmigrante aislado, sino lo que supone un fenómeno migratorio, la llegada de personas, podríamos decir, en masa, y eso supone el poner en relación causas, capacidad de acogida, derecho a la regulación de los flujos migratorios y denuncia de las mafias y de la manera de cómo llegan estas personas a nuestras playas, a nuestros puertos», ha remarcado. También se ha mostrado partidario de alcanzar un Pacto de Estado en el ámbito de la Unión Europea ante este «desafío».
Preguntado por los mensajes de odio y bulos que se difundieron tras el asesinato del menor de Mocejón (Toledo), Argüello ha denunciado «manipulación política«.
«Que ante la creación de una alarma, ante hechos concretos, ante la realidad de la violencia concreta, de asesinatos, de robos, cosas que están tipificadas en nuestro Derecho Penal, dar a estos hechos este otro componente de carácter emotivo, sentimental, para provocar una reacción en caliente a veces, una reacción emotiva, desde las cuales se quiera tomar medidas de tipo administrativo, de tipo económico político», ha advertido.
«Si se da un protagonismo excesivo al mundo de los sentimientos, la razón puede quedar nublada y la voluntad manipulada», ha remarcado.
La violencia de género, algo terrible
Por otro lado, preguntado por los diez casos de violencia vicaria y por las 34 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas este año, Argüello ha tachado estos datos de «algo terrible» y ha añadido que se necesitan medidas políticas, administrativas, educativas y de control. En todo caso, ha avisado de que estas no logran curar «la herida fundamental: la herida del mal, del pecado».
Asimismo, ha dicho que se trata de una violencia «realmente dura» porque «es contra personas con las que se tiene o se ha tenido una relación afectiva y en el que se ha producido, seguramente, una transmutación terrible de amor a odio».
En este sentido, ha pedido hacer «todo lo posible» por hacer frente a los hechos, pero también ha añadido que «convendría ahondar en las causas». «No me refiero solo a las causas inmediatas en los sujetos que lo producen, sino causas en el humus cultural, a la hora de comprender el significado de cosas valiosas como son las relaciones entre las personas, el significado de la sexualidad, las condiciones en las que viven muchas familias, la situación de la salud mental», ha apuntado.
Sobre la propuesta educativa de la Iglesia, el presidente de la CEE ha explicado que se trata de una recomendación «moral, que supone también una comprensión de la persona, de la sexualidad, del matrimonio, de la familia, del perdón». En este punto, ha avisado de que «la incapacidad de dialogar y perdonar» se puede transformar en «el ejercicio de odio más radical, que es quitar la vida a otra persona».
Asimismo, ha hecho referencia a las propuestas educativas «que hacen un elogio de la sexualidad» y ha añadido que «faltan elementos«. A su juicio, tienen que «poner en relación la sexualidad con el amor» y «con la transmisión de la vida».
Apoyo al obispo de Burgos por las monjas de Belorado
En el ámbito religioso, preguntado por las monjas excomulgadas de Belorado, el presidente de la CEE ha mostrado su apoyo al arzobispo de Burgos y ha dicho que se trata de un «asunto doloroso» y que la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada «ha podido prestar su apoyo en la medida en que las personas y las instituciones afectadas se lo hayan podido sugerir».
No obstante, ha puntualizado que «el asunto está radicado en un territorio» y que los hechos se están abordando desde el Arzobispado de Burgos, la Orden de las Clarisas y la Federación de la que forma parte este monasterio. «La Conferencia Episcopal no tiene más que decir sino que apoya tanto al arzobispo de Burgos como a la federación de monasterios de Clarisas en las que el monasterio de Belorado está situado», ha indicado.
Por otro lado, preguntado por la macroboda celebrada el pasado mes de agosto en San Sebastián de los Reyes, en Madrid, en la que un sacerdote casó a 18 parejas simultáneamente, el presidente de la CEE ha afirmado que le parece una iniciativa «muy interesante» por lo que supone «el valor de lo comunitario» y por lo que supone «un tipo de celebración que no haga que muchas familias tengan o que pedir un crédito o incluso decir ‘no quiero casarme porque la boda es muy cara'». «El sacramento del matrimonio es gratis», ha aseverado.