«Nos comprometemos a seguir construyendo la paz, con audacia e intrepidez»
“Todos sabemos lo que sufre un padre o una madre cuando ve distanciados o enfrentados a sus hijos. Vivimos bajo la mirada de un Padre Dios y de una Madre del Cielo que nos aman así como somos: con nuestras luces y sombras, con nuestros encuentros y desencuentros”
«Hoy más que nunca, volvemos a sentir que la violencia en todas sus formas no nos deja vivir en paz y ser felices, como nos merecemos todos”
“Ante los hechos de público conocimiento que hubiesen afectado la vida de la Vicepresidente y de la democracia”, los obispos de la arquidiócesis de Buenos Aires invitan a rezar por la Patria.
“Todos sabemos lo que sufre un padre o una madre cuando ve distanciados o enfrentados a sus hijos. Vivimos bajo la mirada de un Padre Dios y de una Madre del Cielo que nos aman así como somos: con nuestras luces y sombras, con nuestros encuentros y desencuentros”, expresan en la invitación.
“Sin embargo, hoy más que nunca, volvemos a sentir que la violencia en todas sus formas no nos deja vivir en paz y ser felices, como nos merecemos todos”, agregan.
Los obispos porteños afirman que “al rezar juntos la Oración por la Patria, nos comprometemos a seguir construyendo la paz, con la audacia y la intrepidez propia de los hombres y mujeres de bien, que creemos que Jesús es el Señor de la Historia y de nuestro querido Pueblo argentino”.
La invitación la hacen el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli y de los obispos auxiliares Joaquín Mariano Sucunza, Enrique Eguía Seguí, Juan Carlos Ares, Ernesto Giobando SJ, Alejandro Daniel Giorgi, José María Baliña y Gustavo Oscar Carrara.
Invitación a rezar por la Patria
«Bienaventurados los que trabajan por la paz» (Mt 5,9)
Hermanas y hermanos muy queridos:
Ante los hechos de público conocimiento que hubiesen afectado la vida de la Vicepresidente y de la democracia, y que gracias a Dios no ocurrieron, invitamos a orar por nuestra Patria.
Todos sabemos lo que sufre un padre o una madre cuando ve distanciados o enfrentados a sus hijos. Vivimos bajo la mirada de un Padre Dios y de una Madre del Cielo que nos aman así como somos: con nuestras luces y sombras, con nuestros encuentros y desencuentros.
Sin embargo, hoy más que nunca, volvemos a sentir que la violencia en todas sus formas no nos deja vivir en paz y ser felices, como nos merecemos todos.
Jesús vive en nuestra Ciudad, en nuestros corazones. Camina por nuestras calles y plazas, es testigo de nuestras luchas y esperanzas. Creemos que «Él es nuestra Paz y derriba todos los muros de enemistad» (Ef. 2, 14).
Al rezar juntos la Oración por la Patria, nos comprometemos a seguir construyendo la Paz, con la audacia y la intrepidez propia de los hombres y mujeres de bien, que creemos que Jesús es el Señor de la Historia y de nuestro querido Pueblo argentino.