Se trata de Nelson Bogero, “maestro” de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de aquella ciudad. Los abusos se produjeron en 2017 y fue detenido en abril de 2022. Desde entonces está alojado en la cárcel de barrio Belgrano de Villa María
El juez bellvillense Roberto Eduardo Couretot le impuso ayer una condena de 16 años de prisión de cumplimiento efectivo a Nelson Ramón Bogero (72), líder y “maestro” de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de aquella ciudad.
Bogero fue declarado autor penalmente responsable de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal, doblemente calificado, por la condición de guardador y por ser ministro de culto”, en perjuicio de dos niñas de 11 años al momento de los hechos, y por “tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil”.
La pena impuesta fue pedida en su alegato por la fiscal Andrea Heredia Hidalgo, en el marco de una audiencia de debate realizada a puertas cerradas en la Cámara del Crimen de Bell Ville.
Los abusos por los cuales fue condenado ocurrieron durante el transcurso de 2017, aunque Bogero fue detenido recién en abril de 2022 y desde entonces estaba alojado con prisión preventiva en el Establecimiento Penitenciario Nº 5, ubicado en barrio Belgrano de Villa María.
En la parte resolutiva de la sentencia, el magistrado no hizo lugar a un pedido de prisión domiciliaria solicitado por la Defensa de Bogero y ordenó decomisar las armas secuestradas en la casa del líder religioso, una pistola marca Bersa, calibre 22 corto, y un revólver Italo Gra, de idéntico calibre.
¿Hubo más víctimas?
Por otra parte, Couretot dispuso remitir los antecedentes a la Fiscalía de Instrucción de la sede (que por turno corresponda), “por la posible comisión de delitos contra la integridad sexual de las hijas adoptivas del matrimonio del condenado”, lo que implicaría una nueva causa con otras posibles víctimas.
También se enviarán los antecedentes a la Dirección Nacional del Registro Nacional de Cultos “ante la posible violación, por parte de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, de normas de orden público, y las evidentes malas prácticas de dicho culto, frente a delitos contra la integridad sexual cometidos en el ejercicio de sus actividades religiosas”.
En otro párrafo del veredicto, el funcionario judicial bellvillense recomendó a la iglesia mormona “implementar medidas de prevención y respuesta frente a denuncias de abusos sexuales cometidos en el ejercicio de sus actividades religiosas, tales como: establecimiento de protocolos claros y específicos de acción frente a este tipo de denuncias, establecer una política estricta de cero tolerancia frente a abusos sexuales, asegurar mecanismos de supervisión y control para prevenir situaciones de abuso en su institución, desarrollar programas de formación y sensibilización sobre el abuso sexual infantil para todos sus miembros, establecer sistemas de apoyo y asistencia para las víctimas de abuso sexual, entre otras”.