Los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho recibieron condenas de 42 y 45 años de prisión por violar y corromper a niños sordos. Las penas son de las más altas que se hayan aplicado a miembros eclesiástico a nivel mundial.
Dalmiro Garay y Pedro Llorente, ministros de la corte, junto con la jueza Alejandra Orbelli desestimaron un recurso presentado por la defensa de los curas acusados de abusar sexualmente, por más de 11 años, de niños y niñas en el centro para niños hipoacúsicos Antonio Próvolo, ubicado en el departamento de Luján de Cuyo.
De esta manera la Suprema Corte de Justicia de Mendoza ratificó las penas de 45 años para Horacio Corbacho, de 42 años para Nicola Corradi y de 18 años de cárcel para el jardinero Armando Gómez.
La condena por los abusos y ataques contra los primeros diez ex alumnos del Provolo que se animaron a denunciar, puede tener su correlato en La Plata y en Verona, las otras dos ciudades donde víctimas denunciaron haber sido abusados y abusadas por los curas.
Sin embargo el Caso Próvolo no llegó a su fin con el fallo de noviembre pasado, que incluía las condenas ratificadas hoy por la Corte, sino que hay 9 imputadas más que van hacía un segundo juicio entre ellas dos monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez.
