El establecimiento religioso fue denunciado por presunta privación ilegítima de la libertad de una de las monjas luego de que ella optara por abandonar los hábitos.
Una exreligiosa fue rescatada por la Justicia luego de que el Convento San Bernardo de Carmelitas Descalzas la retuviera contra su voluntad tras decidir abandonar los hábitos. Ocurrió en la provincia de Salta, donde se le negaba el libre albedrío a la mujer aún luego de que el Vaticano haya aceptado su dimisión.
A pesar de haber recibido la baja eclesiástica, las autoridades del convento no le permitían a la mujer abandonar el lugar, por lo que la justicia de Salta tuvo que intervenir en el caso a través de una denuncia por presunta privación ilegítima de la libertad de una monja de clausura.
Del mismo modo, la jueza de Garantías, Ada Zunino, ordenó un allanamiento en el predio a pedido del fiscal de la causa, Ramiro Ramos Ossorio. Los efectivos policiales ingresaron al convento y pudieron retirar a la mujer del establecimiento religioso.
La Fiscalía Penal Nº2 recibió la denuncia de Sandra Díaz, hermana de la víctima. Díaz denunciaba que no se le permitía reunirse con su familia luego de que esta le comunicara que estaba enferma, deprimida y que había decidido dejar el claustro.
El abogado de Sandra, Guillermo Alberto, detalló: “cuando ella (la monja) manifiesta a nivel canónico que ya no quería estar dentro del Convento, comienza a percibir algunas trabas no solamente en el trámite administrativo en sí, sino también en el contacto con los familiares”.
El Ministerio Público Fiscal de Salta comentó que el pedido de allanamiento se realizó después de que se dificulte la coordinación para llegar a un acuerdo con las autoridades del Convento.
En un comienzo, las autoridades religiosas manifestaron que la mujer debía contar con la autorización del Vaticano para salir del establecimiento. Pero cuando le llegó dicha documentación se le negó la salida, a tal punto que la institución le prohibió contactar a sus familiares.
Fue aquella última restricción la que llamó la atención de la Fiscalía, por lo que se comunicó con la policía para que entrevistaran a los dirigentes del convento pero estos no atendieron a los agentes. Frente a la actitud del Convento, se solicitó el allanamiento del establecimiento.
La violencia que denunciaron las monjas del Convento San Bernardo
A principios de este año, monjas del Convento San Bernardo de Carmelitas Descalzas de Salta denunciaron por violencia de género al arzobispo monseñor Mario Cargnello, junto a otros dos religiosos. Se les prohibió el acercamiento a la residencia de las hermanas.
“Las situaciones de hostilidad, que se dieron desde 1999 hasta el lunes pasado, llevaron a que la madre superiora decidiera hacer esta denuncia”, afirmó la abogada Claudia Zerda Lamas.
La causa está caratulada como “Monasterio San Bernardo de Carmelitas Descalzas contra Cargnello, Mario Antonio; De Elizalde Martín, por violencia de género”, aunque las denunciantes agregaron también al cura Lucio Ajaya.
Según las declaraciones de la letrada a la radio local FM Aries, “el hostigamiento” que padecían las monjas es “insoportable”.
Zerda Lamas se limitó a explicar que se trata de “agresiones verbales, otras que han ido un poquito más, amenazas”, tras lo que sostuvo que el solo hecho de “amenazar o soslayar la posibilidad que pueda ser intervenido el convento, sin razón por supuesto, y que pierdan su casa, su hábitat natural”, ya altera la vida de las monjas, que se rigen por las “reglas carmelitanas”.
Por último, descartó la existencia de videos que avalen la denuncia porque “las hermanas carmelitas no tienen celulares porque son monjas de clausura”.