Comentarios del Observatorio
Esta antidemocrática reunión clerical es un atentado a la laicidad institucional injustificable. Las políticas públicas deben discutirse en las instituciones públicas, el parlamento y las instancias de participación ciudadana. El jefe del Estado no debe conceder un estatus especial a ninguna confesión religiosa concediéndole audiencias privadas periódicas para que jerarcas religiosos puedan influir en decisiones públicas.
Ya la propia asignación de una competencia en «culto» para un ministerio y una secretaría de Estado, es una mala praxis política para un gobierno nacional. El gobierno no debe tratar de forma privilegiada a las confesiones religiosas sobre otras organizaciones de convicciones no religiosas. Esto en sí mismo también es un atentado a la laicidad.
Pobreza, inflación y empleo fueron algunos de los temas de la reunión
Este miércoles, el presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, recibió en Casa de Gobierno a la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, en el marco del tradicional saludo de Navidad. Estuvo acompañado Santiago Cafiero, ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, y por el secretario de Culto, Guillermo Oliveri.
Por su parte, la Comisión Ejecutiva participó con la presencia del obispo de San Isidro y presidente de la CEA, Oscar Ojea; Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza y vicepresidente 1°; Carlos Alfonso Azpiroz Costa op, arzobispo de Bahía Blanca y vicepresidente 2°; y Alberto Bochatey osa, obispo auxiliar de La Plata y secretario general de la CEA.
Según informaron, los obispos le expresaron su gran preocupación por la pobreza en el país. Hablaron de la inflación y el impacto negativo en los salarios de los trabajadores, como también del empleo formal, el informal y sobre el trabajo en la economía popular. Asimismo, la Ejecutiva manifestó la necesidad de que todas las familias puedan celebrar la Navidad en paz y con dignidad.
Durante el encuentro, destacaron la figura del papa Francisco, su rol indiscutible como líder mundial, y especialmente valoraron el magisterio social del Pontífice a la Iglesia universal.
Finalmente, los prelados desearon al presidente y a su familia una feliz Navidad, y entregaron como presente el libro ‘Soñemos juntos’ del papa Francisco a todos los presentes.