La conducción del Episcopado, que preside el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, visitará el miércoles próximo, a las 18, al presidente Alberto Fernández, en la Casa Rosada, para transmitirle el tradicional saludo por la Navidad, anticiparon a LA NACION fuentes eclesiásticas.
El encuentro se desarrollará en un contexto político agitado marcado por la prolongada crisis económica y social, con niveles de pobreza en aumento y movilizaciones en las calles, a raíz del recorte de planes sociales. Hace unos días, un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina reveló que la pobreza alcanza hoy al 43,1% de la población, lo que afecta a 18 millones de personas, y que el 8,1% está bajo la línea de la indigencia.
En sus últimos pronunciamientos, los obispos dejaron trascender que, más allá de la difícil situación social, una de las principales preocupaciones de la Iglesia es que “los sectores más importantes de la política no puedan sentarse en la misma mesa y estén impedidos de conversar o llegar a acuerdos sobre temas urgentes”. En ese contexto, se estima que el Episcopado transmitirá su disposición a acompañar propuestas de diálogo fructífero que surjan para el bien de todos.
Monseñor Ojea concurrirá acompañado por los obispos que integran la comisión ejecutiva del Episcopado: los arzobispos de Mendoza, Marcelo Colombo (vicepresidente primero) y de Bahía Blanca, Carlos Azpiroz Costa (vicepresidente segundo), y el obispo auxiliar de La Plata, Alberto Bochatey (secretario general).
Será la cuarta reunión de la comisión ejecutiva con el Presidente, a quien visitaron pocas semanas después de su asunción, en diciembre de 2019. El encuentro siguiente fue en marzo de 2020, antes de la pandemia. A fines de 2020 no hubo una visita por el saludo navideño, dado que en esas semanas se estaba discutiendo en el Congreso el proyecto de ley que legalizó el aborto, rechazado por la Iglesia y apoyado por el mandatario.
A fines de 2021, en cambio, se reanudó la práctica y ambas partes coincidieron en que el diálogo fue cordial. Los obispos expresaron en ese fin de año la necesidad de bregar por “acuerdos fundamentales y superadores que hagan detener la continua confrontación”. Y expresaron su preocupación por el aumento del consumo de drogas durante la pandemia y los proyectos para legalizar las apuestas on-line, una problemática que afecta especialmente a la población más vulnerabie.