A partir de las decenas de denuncias sobre violaciones y abusos sexuales a niñas y niños hipoacúsicos y sordos en el instituto católico de Luján de Cuyo, se pone en discusión la relación económica que mantiene el Estado provincial con las instituciones educativas religiosas
La provincia de Mendoza se encuentra conmocionada luego de que se dieran a conocer las denuncias de violaciones y abusos sexuales a niñas y niños hipoacúsicos y sordos en el Instituto Próvolo de Luján de Cuyo. Por estas denuncias fueron detenidos los curas Nicolás Bruno Corradi y Horacio Corbacho, junto a dos empleados del establecimiento.
La conmocionante noticia rápidamente llegó a medios nacionales e internacionales, que se hicieron eco de las denuncias, dejando al descubierto que uno de los curas acusados, Nicolás Corradi, contaba con antecedentes de abusos en un instituto del mismo nombre en la ciudad de Verona, Italia.
Si bien el gobernador Cornejo no ha realizado hasta el momento declaraciones públicas sobre el caso, la vice gobernadora Laura Montero ha tenido una activa participación durante el día martes, acompañando a los familiares de los niños y niñas a radicar sus denuncias en la fiscalía a cargo de Fabricio Sidoti. Desde la Dirección General de Escuelas, a su vez, suspendieron las clases en el instituto y anunciaron la restricción de acercamiento a los niños y niñas que pesará sobre los curas el tiempo que dure la investigación. Al mismo tiempo, evalúan la intervención del instituto.
Este aberrante hecho puso en discusión la relación del estado provincial con el denunciado establecimiento. El Instituto Antonio Próvolo se encuentra enmarcado dentro de la Dirección de Educación Privada y según palabras de Mónica Coronado, subsecretaria de Gestión Educativa de la DGE, “Ejercemos el control pedagógico y administrativo de las instituciones privadas”. Además, la funcionaria reconoció que el Estado provincial, subsidia 15 de los 45 cargos docentes con los que cuenta el instituto.
Si bien la DGE se desligó de cualquier tipo de responsabilidad afirmando que “en la actual gestión no hubo ninguna denuncia contra ninguno de los acusados”, lo cierto es que tiene una directa responsabilidad sobre lo que sucede en los institutos religiosos. Pese a los fuertes cuestionamientos recibidos desde hace años, el estado sigue financiando a la Iglesia Católica y sus escuelas.
Financiamiento Estatal
En una provincia llena de antecedentes de curas abusadores, el Estado Provincial destina miles de millones de pesos a subsidiar estas instituciones. El presupuesto provincial, votado para 2017, contempla un aumento de lo destinado a los subsidios para las escuelas privadas de un 63%, al mismo tiempo que el aumento para la educación pública es del 27%. Es decir, que el Estado Provincial va a destinar 2300 millones de pesos a las escuelas privadas, de las cuales más del 60% son religiosas. Entre ellas el Instituto Próvolo.
Otros casos
Mendoza es una de las provincias con más casos de curas abusadores en el país. Nicolás Corradi había sido acusado de violaciones en Italia y, junto a otros 130 acusados fueron trasladarlos a la Argentina, especialmente a las ciudades de La Plata y Mendoza dónde existen sedes de esta misma institución. Sin embargo este no es el único caso de pedófilos encubiertos por la iglesia. Hace tan solo algunos meses, Fernando Yañez, cura de San Rafael, fue procesado por abusos sexuales contra dos jóvenes. A la espera del comienzo del juicio, que aún no tiene fecha, el cura sigue libre y en “funciones” a cargo del hogar para chicos judicializados ubicado en Monte Comán.
Otro caso resonante fue el de Raúl del Castillo, director del Colegio Don Bosco en Mendoza, denunciado por abuso de un menor de 14 años, en 1998. Pese a la denuncia, el sacerdote salesiano logró radicarse en Paraguay. En otro caso, el Arzobispado provincial debió indemnizar a un joven seminarista que fue abusado por un sacerdote en San Martín en 2001.
Estos son sólo algunos de los casos que han salido a la luz en la provincia, y lejos de llevar al Estado provincial a dejar de subsidiar estas instituciones, se le siguen destinando millones de pesos año tras año, en detrimento de la educación pública. Y convirtiéndose en un financiador de instituciones, como el instituto Próvolo, que encubre a curas pedófilos.