El Senado, después de un intenso debate, aprueba la ley con 33 votos a favor, 27 en contra y tres abstenciones
El Congreso argentino ha aprobado la ley que permitirá a los homosexuales casarse, después de un intenso y polémico debate que ha durado más de 15 horas. La Cámara Alta daba vía libre por 33 votos a favor y 27 en contra al proyecto de ley que ya fue aprobado el pasado mes de mayo por los diputados.
La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) en España, ha celebrado el "paso histórico" que supone la decisión. "La ley del matrimonio en Argentina es un paso histórico que además empuja hacia la igualdad a todos los países de la región y desde la FELGTB se confía en que poco a poco se vaya produciendo un efecto dominó", apuntan.
Miguel Ángel Picheto, del Frente para la Victoria, dijo al canal C5N que se trata de "un paso muy significativo en el camino de la igualdad que tiene como principio cumplir la Constitución", dijo.
"Esta discusión es un debate sobre minorías, de la libertad de la persona para elegir su condición sexual y como dice Margarita Yourcenar, esto está muy relacionado con la libertad de expresión", añadió.
"Lo que me parece que importa es el amor y el amor puede superar estas dificultades. La búsqueda de ser felices del ser humano es un derecho inalienable. Esta ley no va a afectar a la familia, no va a cambiar la percepción sobre la Iglesia, sólo creo que va a ampliar los derechos de la sociedad argentina".
A las puertas del Congreso, las asociaciones de homosexuales se manifestaban cantando "olé, olé, olé, olá homosexuales cada día somos más".
Adopción
La nueva ley confirma además la posibilidad de que los homosexuales puedan seguir adoptando (ya era legal) y prohíbe la objeción de conciencia de los funcionarios públicos a atender a las parejas del mismo sexo que se quieran casar.
El sacerdote José Alessio ha sido suspendido por apoyar los matrimonios entre homosexuales La Iglesia Católica se movilizó con manifestaciones multitudinarias pidiendo la caída del proyecto de ley. Respecto a la adopción de niños, el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, hizo una advertencia.
"Tengamos cuidado de que, tratando de anteponer y velar por un pretendido derecho de los adultos dejemos de lado el prioritario derecho de los niños (que deben ser los únicos privilegiados) a contar con modelos de padre y madre, a tener papá y mamá", dijo.
El martes a la noche, miles de católicos y evangélicos salieron a las calles para protestar contra la iniciativa. La confrontación política alcanzó incluso a la propia Iglesia, que suspendió temporalmente al sacerdote José Alessio por apoyar las bodas gays.
El arzobispo de la central provincia de Córdoba, Carlos José Ñáñez, prohibió a Alessio el ejercicio público del ministerio sacerdotal, incluyendo dar misas y administrar los sacramentos de la Iglesia mientras se le realiza un juicio canónico.
"Me siento en comunión con Dios, con mi gente y con el Evangelio, más allá de que a un obispo o al Papa se le ocurra excomulgarme", dijo el párroco de 52 años a un diario local.
País pionero en América Latina
Hasta el momento, sólo cuatro ciudades argentinas reconocían la unión civil entre parejas del mismo sexo. Desde diciembre se han celebrado 9 matrimonios gracias a habilitaciones judiciales, aunque algunos fueron posteriormente anulados.
El primer antecedente a la norma debatida en el Senado fue la Ley de Unión Civil de la ciudad de Buenos Aires, promulgada en 2002.
En el contexto americano, Argentina se une a Canadá en la avanzadilla de países que reconocen los derechos civiles de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT), en un continente más reacio que Europa a la hora de conceder libertades sociales a estos colectivos.