La UBA fue conformada después de una serie de intentos que no prosperaron, como en 1778 que lo intentó el Virrey Juan José de Vértiz y no llegó a conseguirlo.
Esta Universidad nació como una institución moderna y laica, impregnada del progresismo iluminista. Su primer Rector fue el Doctor. Antonio Sáenz, a quien unos años antes, en febrero de 1816 el entonces Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, le había encomendado preparar la fundación de una Universidad. Sin embargo, el proyecto de la época de Pueyrredón tuvo diferencias sustanciales con el de Rivadavia, especialmente en el carácter filosófico.
La Institución nació como “Universidad Mayor”, con fuero y jurisdicción académica. Dos días después de su fundación se realizó el acto de inauguración y la ceremonia se llevó a cabo en el templo de San Ignacio, en la hoy conocida “Manzana de las Luces”.
El edificio, la iglesia más antigua que se conserva en Buenos Aires, había sido erigido por los Jesuitas y a partir de 1772 el templo fue utilizado como Salón de Actos del Real Colegio de San Carlos. Lo fue también, a partir de 1818 del Colegio de la Unión del Sur, siendo Juan Crisóstomo de Lafinur el primer laico profesor de filosofía.
La UBA nació como extensión de la revolución de la Independencia hacia el campo cultural, pero además, como entidad autónoma, obligada a defender la libertad y a sostener el gobierno representativo y la ley.
Con la creación de la UBA, el desarrollo de las humanidades y de las ciencias tuvo un faro que iluminó el avance del país, una República fundada en la razón.
Después de varias décadas de labor, con altibajos causados por las turbulencias políticas de la Provincia de Buenos Aires y del país, la Universidad de Buenos Aires fue reorganizada en tiempos del romanticismo durante el gobierno provincial de Bartolomé Mitre.
Durante 1861 y 1873 su Rector fue el humanista Juan María Gutiérrez, destacado miembro de la Joven Argentina y de la Generación del ’37.
Este clima intelectual favoreció la investigación científica y la docencia libre de condicionamientos externos de carácter religioso o político, implicó un fortalecimiento intelectual de la UBA, un creciente influjo sobre la sociedad, y un gran impulso para las llamadas «profesiones liberales».
El 9 de agosto de 1821 Se fundó definitivamente la Universidad de Buenos Aires
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