"No me dieron ningún motivo -mi permiso de residencia había sido prorrogado hasta mayo-, pero me dijeron que podía interponer recurso ante la Seguridad Nacional, lo que hice", señala Johnes por teléfono desde Orán.
Hasta 2006 Johnes fue presidente de la Iglesia Protestante de Argelia, una responsabilidad que abandonó por razones de edad. "Fue el reagrupador de las comunidades protestantes", explica un cristiano argelino.
"Lo sucedido me retrotrae a finales de los años setenta cuando ya me quisieron expulsar acusándome de proselitismo", prosigue Johnes, de nacionalidad norteamericana. "Pero ahora ni siquiera me han formulado un reproche y, por supuesto, yo respeto las leyes argelinas y no hago proselitismo".
Johnes sospecha que la decisión "es una reacción a las conversiones de argelinos al cristianismo, sobre todo en Cabilia". "Es un fenómeno llamativo, pero marginal, que no quebranta al islam, religión de Estado".
Un pastor suizo, Ueli Senhauser, sustituyó a Johnes en 2006 al frente de la Iglesia protestante, pero las autoridades no le renovaron su permiso de residencia obligándole a abandonar el país. Le reemplazó Mustafá Krim, un argelino converso, que no puede ser expulsado.
Los cuatro obispos católicos de Argelia se entrevistaron el mismo lunes con el ministro de Asuntos Religiosos, Bouabdallah Ghamallah, y le rogaron que "intervenga para abrogar la medida", pero éste no adquirió ningún compromiso. La decisión depende formalmente del Ministerio de Interior. Ghamallah sí aseguró que "no había intención alguna de molestar a la Iglesia católica", según Henri Tessier, arzobispo de Argel.
El Khabbar, el principal diario argelino, apuntó ayer los motivos de la expulsión de Johnes citando fuentes del Ministerio de Asuntos Religiosos. El reverendo pertenece a una "asociación religiosa no autorizada por los poderes públicos" y "ha introducido Evangelios en Argelia sin la correspondiente autorización" administrativa.
Ali Khidri, un argelino cristiano responsable de la Sociedad Bíblica en Argelia, precisa que desde el 13 de septiembre de 2005 las autoridades argelinas "no han concedido una sola autorización para la importación de biblias ni de otros libros religiosos".
Los cristianos tienen que obtener las biblias a través de cauces informales. La posesión de más de una biblia por persona puede ser considerada como un intento de proselitismo.