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Arahuetes cede a IU y acata eliminar de Segovia nombres religiosos y franquistas

El Ayuntamiento, con el rechazo del PP, aprueba cambiar la denominación de varias calles y del cementerio

Calles tan conocidas y concurridas en Segovia como la Avenida de Fernández Ladreda o Alférez Provisional, y hasta el cementerio municipal, llamado hasta ahora Santo Ángel de la Guarda, parece que cambiarán de nombre. Así lo acordó ayer el Pleno del Ayuntamiento de la ciudad con el voto en contra del PP y a favor de IU y PSOE —tuvo que recurrir al voto de calidad del alcalde, Pedro Arahuetes, para deshacer el empate—, que ratificó poner en marcha el expediente administrativo encaminado a retirar del callejero nombres vinculados a la Guerra Civil y el Franquismo, aunque será en otra sesión cuando, según Arahuetes, se dé o no el visto bueno definitivo.

Según el portavoz del Grupo Municipal Popular, Jesús Postigo, es el «peaje que tiene que pagar y pasar» Segovia por el acuerdo de gobernabilidad suscrito por los socialistas con IU tras las elecciones del 22 de mayo y en el que la «aconfesionalidad del Ayuntamiento» era uno de los principios que debía cumplir Arahuetes para contar con el respaldo del único concejal de IU y poder seguir en el sillón de mando otros cuatro años más.

Y Luis Peñalosa ha decidido desempolvar ese documento «de requisitos imprescindibles» por este polémico punto para «remover la historia» de la ciudad, lo que contó con el respaldo del PSOE, que hasta ahora no había hecho nada en este sentido para aplicar la Ley de Memoria Histórica de 2007 —a la que apela el texto— en calles tan emblemáticas. Pero también cosechó la crítica del PP, sobre todo por la conveniencia de dirigir los focos a este asunto «con la cantidad de problemas existentes» como el desempleo y la crisis. Postigo se cuestionó si «tenemos derecho a gastarnos ese dinero en todo el coste que acarrearía el cambio» dadas las estrecheces económicas. De hecho, según apuntó la popular Azucena Suárez, su grupo votó en contra «no por motivos ideológicos, sino prácticos y de sentido común», ya que el expediente afecta a calles tan emblemáticas como Fernández Ladreda —segoviano de adopción por su vinculación a la Academia de Artillería y «el interés demostrado en la mejora de la ciudad»—, una de las arterias principales de la ciudad, pues es la calle peatonal y comercial que nace a los pies del Acueducto.

«Dificultad»

Las dedicadas a los generales Varela y Serrador o Alférez y Sargento Provisional son otras de la decena de vías que figuran el catálogo para los cambios con los que, según Peñalosa, se cumple con una «cuestión de justicia y obligación con las víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista». El PSOE, apretado por la pinza de IU a su minoría, decidió apoyar la propuesta, consciente de la «dificultad» de semejantes cambios. Complicación a la que también apeló el PP, que criticó que no se haya consultado a los vecinos, cuando hasta ahora el criterio aplicado por el equipo de Arahuetes era que sean éstos quienes decidan si es conveniente una variación así. De hecho, hace unos años, el rechazo vecinal impidió el cambio de nombre de una calle. «Nuestra historia es la que es, nos guste más o menos. Dejemos de tratar de reescribirla», reclamó Postigo en declaraciones a ABC.

En otra moción de IU, aprobada también con el voto de calidad del alcalde, se acordó que la capilla del cementerio pueda celebrar ritos de despedida no sólo católicos y que el camposanto pierda su nombre de Santo Ángel de la Guarda «como corresponde a su carácter aconfesional», defendió Peñalosa. El PP votó en contra en el caso de la capilla ya que, aunque «nos parece estupendo que se comparta» con «independencia de las creencias de cada uno», se «desconoce la situación legal y contractual de cesión de uso» a la Diócesis y podría tener «una repercusión negativa» para las arcas del Consistorio. En cuanto al nombre del cementerio, la negativa popular se basó en que «no viene del nacionalcatolicismo de la postguerra» al que apeló IU, sino que es del siglo XVIII, pues la ermita en torno a la que se construyó en 1821 el camposanto se ubicó en el llamado Cerro de los Ángeles.

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